En una economía capitalista como la nuestra, los bancos son una de las entidades más importantes ya que tienen a cargo la transacción del dinero. En ellos hay dos productos que son los más comunes pero que poco se conoce para qué sirve cada uno: se trata de la caja de ahorro y la cuenta corriente.
Ambas opciones ofrecen servicios de depósito y retiro de dinero. Sin embargo, es necesario aclarar que entre ellas existen diferencias significativas, algunas de las cuales serán exploradas a continuación.
Qué son las cajas de ahorro y qué tenés que saber
A grandes rasgos, una caja de ahorro es una cuenta de apertura gratuita y sin costo de mantenimiento que le permite a su titular guardar dinero, ya sea para ahorro u otras transacciones bancarias. Con la apertura de la caja, su propietario recibe una tarjeta de débito con la que accede a la posibilidad de extraer dinero, además de comprar, pagar servicios, entre otras cosas.
Las operaciones por ventanilla, las transferencias bancarias y las operaciones que se realicen a través de cajeros automáticos y terminales de autoservicio dentro de alguna sucursal de la misma entidad de la que es cliente también son gratuitas. El uso de cajeros automáticos de otros bancos y de los que estén instalados fuera de las sucursales bancarias (ejemplo: supermercados, shoppings y estaciones de servicio aun cuando sean de la propia entidad) tienen costo.
Qué es una cuenta corriente
La cuenta corriente es una cuenta bancaria que además de poder hacer las transacciones esenciales de depósito y retiro de efectivo, recepción y envío de transferencias, da la facultad de emitir cheques y realizar giros en descubierto. Los cheques (físicos o electrónicos) son compromisos de pago en una fecha con un determinado importe y los giros en descubierto otorgan la posibilidad de utilizar fondos cuando no se tiene saldo suficiente. El titular debe acordar con el banco una línea de crédito asociada a este servicio.
Sirve como herramienta para gestionar los fondos personales o de un emprendimiento de forma conjunta con un presupuesto y permite tener flexibilidad financiera en cuanto a las cobranzas y los pagos. Todas las operaciones asociadas a la cuenta corriente tienen un costo, el cual es importante saber y comparar con otras instituciones antes de adquirir el servicio.
Qué sucede con los saldos negativos y los costos
La caja de ahorro no permite tener saldo negativo. Es decir que una vez utilizado todo el dinero depositado en ella, resulta imposible seguir operando. Por el contrario, en el caso de poseer una cuenta corriente, su titular tendrá la oportunidad de efectuar giros en descubierto que generen saldos negativos, que no obstante generarán intereses hasta tanto sean cubiertos.
Finalmente, un punto muy importante para tener en cuenta a la hora de optar por uno u otro producto, es que las cajas de ahorro en pesos no tienen costo de apertura y mantenimiento, excepto casos en los que forman parte de paquetes de servicios que incluyen otros productos. Por su parte, las cuentas corrientes sí tienen comisiones asociadas, indefectiblemente.
Cerrar sesión