Una vez más, el Banco Central (BCRA) elevó la tasa de interés con el argumento de ofrecer una respuesta al shock de commodities a nivel internacional. Uno de los objetivos de la política monetaria que fija el acuerdo entre el gobierno y el FMI es alcanzar que la tasa de interés sea positiva en términos reales, es decir, que se mueva por encima de la inflación. Sin embargo, esta herramienta es un arma de doble filo.
El Directorio del Banco Central subió en 250 puntos básicos la tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días, pasando de 44,5% a 47%, lo que representa una Tasa Efectiva Anual de 58,7%. La suba también aplica para los plazos fijos y se trató del cuarto incremento en lo que va del año. Para personas humanas, el nuevo piso se fija en 46% anual para las imposiciones a 30 días hasta 10 millones de pesos, lo que representa un rendimiento de 57,1% de Tasa Efectiva Anual (TEA). Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado la tasa mínima garantizada se establece en 44%, lo que representa una Tasa Efectiva Anual de 54,1%.
Confluir hacia una tasa de interés real positiva es uno de los instrumentos para batallar contra la dolarización y fortalecer los instrumentos de ahorro en pesos. Sin embargo, la contrapartida de este tipo de políticas es el consecuente encarecimiento del crédito para las pequeñas y medianas empresas.
Desde las oficinas del Central afirmaron que los aumentos se enmarcan en la estrategia de "establecer un sendero de tasa de interés de política de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria". Como los rendimientos son mayores en pesos, se busca que los ahorristas escapen del dólar como método de atesoramiento en momentos de escasez de divisas.
El peligro de subir la tasa de interés
La contrapartida de este tipo de políticas es el consecuente encarecimiento del crédito para las pequeñas y medianas empresas. A mayor tasa, mayor es el precio que se paga por pedir un préstamo para comprar una máquina en el taller de una empresa, por ejemplo.
Ante las dudas en torno a cómo puede impactar el encarecimiento del costo crediticio, el BCRA señaló que "las tasas de interés activas se mantienen en niveles compatibles con el impulso de la inversión y la producción, y el desarrollo del sector MiPyME". Adicionalmente, "el BCRA seguirá regulando las condiciones de acceso al crédito para el consumo de las familias", sumó el comunicado.
Sin embargo, fue el cuarto incremento en lo que va del año. Por supuesto, los resultados no siempre pueden ser los esperados. La administración Cambiemos se fue con una tasa del 60%, tras haberla llegado a colocar en septiembre de 2019, antes de las elecciones presidenciales, en un 75% anual. El resultado fue una inflación ese año del 54%, la más alta en tres décadas.