El financista Luis Herrera, que en 2012 fue el presidente del mercado a término de la ciudad de Rosario (Rofex), fue detenido hoy junto a sus dos hijos en una causa por presuntas estafas, administración fraudulenta y lavado de activos, luego de que su agencia bursátil entrada en cesación de pagos a fines de 2021, informaron fuentes policiales.
El financista, que también integró años atrás el directorio de la Bolsa de Comercio de Rosario, fue arrestado por personal del Departamento de Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en su casa de la localidad santafesina de Timbúes.
Como resultado de los mismos allanamientos ordenados por el fiscal de Delitos Económicos y Complejos de Rosario, Miguel Moreno, también fueron detenidos sus hijos Ignacio y Diego Herrera.
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Los tres quedaron incomunicados hasta el próximo jueves, cuando el fiscal Moreno los imputará durante una audiencia por presuntas estafas, dijeron a Télam voceros del caso.
Las mismas fuentes estimaron que el monto de las presuntas estafas podría superar los U$S 20 millones.
En ocho allanamientos, la policía secuestró tres teléfonos celulares; un Iphone; 20.315 dólares; 1.825 euros y material documental de relevancia para la causa, abundaron las fuentes.
El fiscal Moreno investiga más de 50 denuncias penales presentadas contra Luis Herrera, titular de la agencia de bolsa Fernández Soljan, suspendida en sus actividades por la Comisión Nacional de Valores (CNV) en septiembre del año pasado.
Unos días antes de esa decisión, Herrera había renunciado al cargo de tesorero del mercado de futuros y opciones de Rosario, que desde 2019 pasó a llamarse Matba-Rofex por su fusión con su par de la Ciudad de Buenos Aires.
Antes, el financista había sido dos veces presidente del Rofex y miembro de la comisión directiva de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Moreno investiga a Herrera por presuntas estafas y defraudaciones con inversores que le entregaron dinero a cambio de altos intereses, y que el financista no pudo devolver desde fines de 2021.
Entonces Herrera pidió su concurso preventivo de acreedores, en el que reconoció 37 acreedores por U$S 7 millones.
La Justicia civil rosarina rechazó el pedido en primera y segunda instancia.
En forma paralela a su actividad en la sociedad de bolsa Fernández Soljan, Herrera operaba presuntamente una mesa de dinero no declarada que ofrecía altos rendimientos en dólares.
Según la fuentes, a mediados de 2021 comenzó a exhibir problemas para devolver el dinero de los inversores, lo que finalmente desencadenó su default en diciembre de ese año.
El abogado del financista, Jorge Ilharrescondo, explicó hoy tras la detención de su cliente que hubo factores exógenos que explican la crisis financiera de Herrera y malas decisiones, pero no delito.
Hubo imposibilidad de afrontar la situación por circunstancias exógenas y también, por qué no decirlo, por una mala decisión en términos estratégicos comerciales, pero de ninguna manera pudo haber delitos, aseguró el letrado.
A Herrera se le alteraron las variables económicas que tenía fijadas cuando definía sus políticas de inversiones en activos de terceros, dijo Ilharrescondo, para agregar que su cliente tenía inversiones en determinados títulos de la deuda. Esos títulos cayeron, fundamentalmente producto del default que el Estado argentino produjo en el año 2019 con el reperfilamiento de la deuda.
También recordó que hubo corridas financieras y también económicas y resaltó que una cosa es que yo incumpla y otra que yo estafe.
Reconozco que hubo un incumplimiento y el propio Herrera lo ha reconocido al presentarse en sede civil. Eso es muy diferente a decir que hay asociación ilícita, administración fraudulenta o estafa, sostuvo el abogado en declaraciones a radio La Ocho de Rosario.
Con información de Télam