Los problemas de gestión de Alejandro Vanoli al frente de la Anses determinaron su salida. Aunque el Gobierno no lo hizo oficial, hubo tres razones fundamentales que hicieron desplomar su imagen en el comando de un organismo vital para enfrentar la crisis.
Según pudo saber El Destape, el primer hecho en contra de su labor fue que no supo ordenar el cobro de los haberes de marzo y el resto de las asignaciones que paga el Anses, que fueron lanzados con el fin de proteger el bolsillo de los más vulnerables. Las largas filas en los bancos de adultos mayores a días de haber instaurado el aislamiento social produjo el enojo público del presidente, Alberto Fernández.
Luego del error, que significó un costo político, el organismo reorganizó los cobros bajo un cronograma que dividió a los beneficiarios por número de DNI. Sin embargo, el daño ya parecía estar hecho.
Otro factor desencadenante fue la problemática del Anses en no poder implementar de una forma eficiente la asignación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Muchos beneficiarios registraron conflictos para poder acceder al ingreso de $ 10.000 que el Gobierno ideó para atenuar los efectos de la profundización de la crisis.
El propio organismo reconoció que hubo "complicaciones" para realizar la clave de seguridad social y para avanzar con la carga de datos para cobrar el bono de 10 mil pesos.
Finalmente, otro de los problemas que marcó el final de su gestión fue la presentación de inconvenientes en el software de Anses. Producto de esta situación, muchas empresas se quejaron y remarcaron que no podían cargar los datos de sus empleados para el cobro de salarios.