El Gobierno alemán redujo hoy su previsión de crecimiento económico en casi la mitad de lo previsto en enero de este año, como consecuencia de los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Berlín ahora estima que el Producto Bruto Interno (PBI) crecerá 2,2% este año, lejos del 3,6% pronosticado en enero último, mientras que para 2023 prevé un avance de 2,5%.
Si bien Alemania fue uno de los países de Europa menos afectados por la recesión provocada por el coronavirus, con una caída en 2020 de 5% (contra el 9% de Italia y Francia, o el 11,3% de Reino Unido), su recuperación no estuvo exenta de obstáculos.
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De acuerdo con cifras de la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis), la economía alemana sólo creció 2,7% en 2021, de manera que no pudo recuperar, al contrario de otros países, su nivel previo a la pandemia.
A los problemas en las cadenas de suministro que afectaron de forma severa a la industria alemana (en especial, a la automotriz), este año se sumaron los efectos provocados por la invasión rusa en Ucrania.
Impulsada, al igual que en otros países de la región, por el costo de la energía y los alimentos, la inflación en Alemania alcanzó en marzo un 7,3% anual, un récord desde la reunificación en 1990, mientras que los precios mayoristas subieron un 30% ese mismo mes (máximo desde que comenzaron los registros en 1949), lo cual indicaría que aún no se alcanzó el pico en los precios.
Asimismo, el país gobernado por Olaf Scholz se muestra particularmente vulnerable a un posible corte de las importaciones de gas por parte de Rusia, de donde proviene un tercio de su suministro.
Luego de dos años de pandemia, la guerra está agregando una nueva carga, reconoció hoy el ministro de Economía, Robert Habeck, según la agencia Bloomberg.
Habeck aseguró que el Gobierno federal está haciendo todo lo posible para preservar la economía, incluso en tiempos difíciles, con un escudo protector focalizado para las empresas que estamos implementando rápidamente.
Asimismo, el funcionario estimó que la inflación promediará 6,1% en lo que resta del año, para luego moderarse a 2,8% en 2023.
Una recuperación a corto plazo no está a la vista. La economía alemana está experimentando una doble crisis a causa de los altos costos de la energía y los problemas en el suministro, ahora agravados por las cuarentenas en China, indicó Joachim Lang, líder de BDI, la patronal industrial de Alemania.
Según los economistas, los datos oficiales (que se conocerán este viernes) mostrarán un crecimiento de sólo 0,2% durante el primer trimestre del año.
En tanto, otras previsiones son más sombrías e incluso pronostican una recesión en la principal economía europea.
El Bundesbank (el banco central alemán) advirtió la semana pasada que la economía se podría contraer 2% este año, en el caso de que la guerra escale y se aplique un embargo total al carbón, petróleo y gas ruso, con un consecuente racionamiento en las industrias.
Por su parte, según un estudio del Instituto de Política Macroeconómica (IMK), el riesgo de recesión se situaba a principios de marzo en un 23,9% y actualmente en un 65,4%, siendo " el valor más alto desde marzo de 2020".
Con información de Télam