Luis Caputo ratificó el rumbo del ajuste y que no avalarán paritarias que recompongan ingresos

El ministro de Economía celebró el rumbo del ajuste, dijo que pisarán paritarias y que la clase media deberá esperar hasta el próximo año para algún tipo de mejoría. 

05 de abril, 2024 | 23.15

“Los precios están bajando, esto ya es una realidad”, sostuvo el ministro de Economía, Luis Caputo, durante una entrevista por la señal de cable TN. “Mirá el caso de la carne, ya está en los valores de enero”, agregó. Las consecuencias inmediatas del plan de miseria planificada de la actual administración, vía ajuste fiscal y licuación de ingresos para el conjunto de la población, estaban escritas desde el inicio: la población dejó de comprar bienes y alimentos tan esenciales como la leche y la carne. Durante los primeros dos meses del año, el consumo de carne cayó un 8,2% interanual según los datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados. En cambio, aumentaron las exportaciones en un 17%.

En esta lógica de gobierno, se comprende el porqué de la negativa oficial para homologar la paritaria del gremio de camioneros que había conseguido un acuerdo de suba salarial por arriba de la inflación. Comer pasó a ser un privilegio de casta.

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“La inflación de marzo estará en torno al 10 por ciento y en abril, casi seguro se ubicará en un dígito”, sumó. Para lograrlo, seguirán sacando dinero de circulación, las reservas del banco central seguirán financiando los pagos de la deuda externa, a la espera de un nuevo acuerdo con el FMI. La semana que viene, el ministro viajará a Washington para reunirse con el staff del organismo multilateral de crédito.

Golpe a golpe

El consumo de la población no deja de caer. “La actividad industrial está funcionando al 54% de su capacidad instalada”, reconoció el ministro.  “La clase media es la que más está haciendo el esfuerzo”, manifestó Caputo. El esfuerzo sería soportar la carga del ajuste fiscal, los recortes al gasto público y licuación de ingresos. El plan del oficialismo incluía el empobrecimiento de la población. Todos los sectores se ven afectados. El 90% de las personas con ingresos no llegaban a cubrir una canasta básica al cierre del año pasado. La devaluación de Caputo fue el inicio de la “licuadora”.

Con una demanda destruida -explicada de manera cínica- como “cambió la calidad de la demanda”, el ministro se jactó de la baja de precios. “Ya es una realidad”, lanzó. Un guión planificado. Caputo reconoció que los formadores de precios habían especulado con un tipo de cambio a 2000 pesos, y que por eso se habían disparado los precios de los bienes esenciales. Dicha especulación se tejió desde el propio mileismo.

Pero en el fondo, necesitaban dicha especulación -por algo lo primero que hicieron derogar ley de góndolas y la ley de abastecimiento- como maniobra de dos pinzas: encarecer la comida y bienes esenciales y por otro lado, ajustar los ingresos de la población.

Hacia el Fondo

La actividad económica seguirá cayendo en picada. Las tasas de interés seguirán en terreno negativo; y los dólares acumulados del Banco Central seguirán drenando para cancelar deuda con el FMI, a la espera de los 15.000 millones de dólares que necesitan para concretar la dolarización. “Estamos haciendo las cosas bien, en el FMI están demasiados contentos”, agregó.

Hasta tanto no lleguen esos dólares, continuará el ajuste. ¿Qué ocurrirá con el sector agropecuario que ya amenaza con frenar sus ventas? Los agroexportadores presionan por una devaluación. “No podemos abrir el cepo porque todavía tenemos reservas negativas”, admite Caputo.

De los 12.000 millones que compraron, una pequeña parte quedó en el BCRA. Según el grupo de estudio Geres, “las reservas netas se ubicaban, al 15 de marzo, en - 2.111 millones de dólares”. El tipo de cambio se ubica por debajo del dólar soja vigente a diciembre.

¿Por dónde seguirán ajustando? Caputo reconoció que volverán a instalar el Impuesto a las Ganancias para trabajadores, negociado con las provincias, pero que aún falta definir el piso. “Recién el año que viene podremos bajar impuestos”, sostuvo. ¿Los votantes de Milei se sentirán estafados?

Para entonces, la Argentina  ya será otra. Milei apuesta a conseguir el aval de los legisladores y gobernadores para aprobar la ley de bases o sostener en el tiempo el DNU con toda la estructura de desregulación económica dictada por el poder económico local y financiero que se encuentra operando desde el mismo gobierno.