El mercado todavía no la ve. Luego que se conociera la variación general de precios de agosto, con un alza del 4,2% y, en particular, una suba de la inflación núcleo, el consenso en la City porteña indicaría que a la administración Milei no le será nada sencillo confluir en una inflación del 2%. “La barrera del 4% será difícil de quebrantar”, indicaron desde la Fundación Capital en su último reporte semanal. A su vez, le recomendaron al mandatario utilizar uno de los dogmas otrora utilizados por Cristina Fernández de Kirchner: más “sintonía fina” con nuevas medidas mercado friendly.
“La demora en la desinflación complejiza alcanzar la convergencia nominal de variables deseada por las autoridades. La persistencia de registros en el 4% mensual por cuarto mes consecutivo pone de manifiesto la dificultad de reducir la inercia inflacionaria”, indicaron desde la Fundación Capital. Este reporte coincide con el último Relevamiento de Expectativas del Mercado publicado por el BCRA donde se observa una inflación no menor al 3,5% hasta febrero del próximo año.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
La inflación de agosto fue de 4,2% mensual; del informe difundido por el Indec, también sobresalió el alza que hubo en el componente núcleo de la variación general de precios, que fue del 4,1% cuando estaba ubicada en torno al 3,7% para el trimestre mayo-julio. En particular hubo un salto en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas (3,6% contra 3,2% en julio), mientras que los precios regulados continúan evolucionando por encima del nivel general (5,9% en el mes y 5,5% promedio en el trimestre previo).
MÁS INFO
Para la Fundación Capital, la situación vinculada a los servicios públicos será clave para los intentos oficiales de seguir reduciendo la inflación. “Nuestro escenario continúa apuntando a una desaceleración de la inflación en el último cuatrimestre, aunque más lenta, llegando al 3% mensual en diciembre. No obstante, este recorrido requiere una desaceleración importante en los precios de los servicios. Así, las autoridades buscarán balancear la corrección de tarifas con el objetivo fiscal, y alinear los precios de los demás servicios a una expectativa de inflación menor”, indicaron en su último informe.
Para la Fundación Capital, lo que viene de acá en adelante será mayor “ortodoxia monetaria y fiscal”, la cual sería ratificada este domingo durante la presentación del Presupuesto 2025 en la Cámara de Diputados.
“Prevemos que se insista con las anclas fiscal, monetaria y cambiaria, manteniendo la brecha bajo control, y sumando el intento de matizar los reclamos salariales y cuotificar los aumentos de servicios regulados. En definitiva, el contexto demanda recalibrar la sintonía fina para reanudar la baja de la inflación y explorar los caminos (RIGI, dólar blend, blanqueo, repo, FMI) que financien la transición hasta que la desregulación de la economía de sus frutos”, enfatizaron desde la consultora coordinada por Carlos Pérez.
Rasguña las piedras
A esta altura de los acontecimientos, todo indicaría que Milei ratificará su programa de inanición económica y disciplinamiento social al momento de presentar el Presupuesto 2025, bajo la consigna del “déficit cero”. El ajuste seguirá sobrevolando el país, con un Congreso que no pudo, no supo o no quiso voltear el DNU 70/23 ni la Ley de Bases, las dos estructurales sobre las que se monta el programa de miseria planificada de La Libertad Avanza.
“En un contexto de actividad económica que no termina de repuntar -y sin poder definir claramente cuáles serán los impulsores del crecimiento del año siguiente-, una recaudación tributaria que se contrae mes a mes, la baja en la presión fiscal prometida, el rechazo (o imposibilidad) de acceder a financiamiento externo y la rigidez monetaria autoimpuesta, la profundidad en el ajuste del gasto pareciera inevitable”, indicaron desde la consultora Vectorial, a cargo del economista Eduardo Hecker.
MÁS INFO
Hasta el momento, el peso del ajuste recayó sobre los jubilados. Milei les vetó una recomposición salarial y los reprimió en las calles; las partidas sociales hacia los comedores comunitarios también cayeron en la furia de la motosierra, al igual que las transferencias directas hacia las provincias y municipios. El repunto del empleo tampoco se ve.
“La pregunta que resurge, una y otra vez, es si esa inevitabilidad -con una oposición que por acción u omisión permite que las cosas avancen- chocará con la tolerancia social y el respaldo a una gestión que, luego del veto y una desinflación interrumpida empieza a debilitarse”, concluyó el trabajo de Vectorial.