Los tres reclamos que le hace el Gobierno al FMI

El ministro de Economía, Sergio Massa, apuntó contra el organismo por no compensar a la Argentina ante los impactos de la guerra en Europa. No es el primer reclamo del Gobierno contra el Fondo, ya que el Frente de Todos expuso su molestia por la sobretasa de interés fijada en el acuerdo y la necesidad de discutir un canje por acción climática.

17 de enero, 2023 | 00.05

El ministro de Economía, Sergio Massa, apuntó contra el FMI por no compensar a la Argentina ante los impactos de la guerra en Europa, que debilitaron las reservas del Banco Central. Sin embargo, no es el primer reclamo del Gobierno contra el Fondo, ya que el Frente de Todos expuso en reiteradas oportunidades su molestia por la sobretasa de interés fijada en el acuerdo y la necesidad de discutir un canje por acción climática.

En las últimas horas, Massa lanzó un mensaje directo al organismo que conduce Kristalina Georgieva para enviar un reclamo: "La Argentina cumplió con su programa, pero el Fondo no está cumpliendo con la Argentina el revisar cómo van a compensar a los países que pagaron el costo de la guerra con su economía, que es un problema a resolver". Al respecto, el ministro recordó que se trata de un tema planteado tanto en la última reunión del Comité de Desarrollo como en la reunión de ministros del G20.

En diálogo con El Cohete a la Luna, Massa recordó que en la reunión del Comité de Desarrollo en noviembre, en Washington, le explicó al titular del Banco Mundial, David Malpass, que es "absurdo que los multilaterales pidan contraparte local y, por otro lado, el Fondo compute esa contraparte local como déficit" y adelantó que negocian para revertir esta dinámica. En ese sentido, precisó que en la reunión del G7, con el presidente Alberto Fernández lo hablaron con Georgieva, y con la subdirectora gerente Gita Gopinath, y plantearon que "en el 2022, la guerra, esa por la que tanto se preocuparon el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, impactó en este invierno europeo -que es verano nuestro, en los países en desarrollo- tuvo primero impacto en el hemisferio sur. Y ese impacto no lo discutió nadie".

Para ejemplificar: El déficit de la balanza comercial energética durante los primeros diez meses del 2022 fue de casi US$ 7.000 millones debido a la importación de gas y gasoil a precios internacionales inéditos disparados por la guerra entre Ucrania y Rusia, según un reporte del Instituto de Energía de la Universidad Austral. La cifra contrasta con los valores de 2021, ya que en el total del año pasado hubo un déficit de US$ 4.898 millones. Pero además del efecto guerra, existen otras dos vías de reclamos paralelas.

Acción climática

En noviembre de 2021, el presidente Alberto Fernández hizo oficial el pedido de “canjear deuda externa por acción climática”, en el marco de la segunda sesión plenaria de la jornada final de la Cumbre de Líderes del G20, cuya temática fue "Cambio Climático y Medio Ambiente". La propuesta se basó en una declaración conjunta del Ministerio de Agricultura argentino y productores privados que planteó que Argentina es un acreedor del cambio climático y no un deudor. Y en esta problemática mundial “hay países que tienen una responsabilidad histórica y actual por la degradación ambiental y son ellos los que deben liderar el proceso de mitigación, así como proporcionar los medios económicos para que otros se adapten”. En este sentido, un informe del Banco Mundial de 2018 reveló que casi el 60% de los gases de efecto invernadero fueron emitidos por solo cinco países, mientras que Argentina solo representó el 0,7%.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el sistema de canje de la deuda por acción climática consiste en un mecanismo para fomentar las iniciativas de protección ambiental en los países en desarrollo, al mismo tiempo que reducen su deuda. Esto quiere decir que parte de la deuda externa sea adquirida por agentes del sector privado o gobiernos a menor precio, y la intercambien por inversiones para financiar actividades de cuidado ambiental. 

En este marco, los países adeudados podrán pagar su deuda y proteger su ambiente, promoviendo beneficios climáticos al resto del mundo. Un ejemplo del pago de deuda por acción climática fue la de Ecuador: hacia fines de la década de 1980, organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) compraron parte de la deuda de dicho país, que comprometió a reducir la deforestación. 

Tasa de interés: el primer reclamo

La sobretasa es un recargo de hasta tres puntos porcentuales de interés anual para aquellos préstamos contraídos por países miembros del FMI que superen el 187,5% de su aporte al organismo. Argentina, bajo la gestión de Macri obtuvo una línea de crédito de 56 mil millones de dólares, de los cuales obtuvo efectivamente U$S 44 mil millones. La sobretasa representa así más de mil millones de dólares anuales en concepto de intereses a pagarle al Fondo.

Durante las negociaciones con el FMI, hasta los bonistas privados de la Argentina nucleados en el grupo Exchange Bondholders se manifestaron públicamente en sus redes sociales en respaldo al planteo de Argentina para que el Fondo revise su política de sobrecargos en las tasas de interés que le cobra a los países más endeudados con el organismo. En Twitter, suscribieron a las explicaciones del economista Patrick Honohan del think tank PIIE y ex banquero central de Irlanda hasta 2015. 

"Coincidimos con Honohan (y Guzmán) en el tema de las sobretasas. El FMI es prestamista senior y aun así recibe la tasa más alta entre acreedores de ARG. ¡Indefendible y contraproducente! Reducir sobretasas a cambio de un plan económico serio es el camino", afirmaron los acreedores. Para los bonistas reestructurados, entre que el FMI le cobre a Argentina tres puntos porcentuales de tasa de interés como punitorios sobre el remanente o que esos recursos estén disponibles para atender al resto de los acreedores del país y poder comenzar a cobrar antes, los bonistas concuerdan con la segunda opción.

También desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertaron sobre su preocupación por un fuerte y negativo impacto "en materia de derechos humanos". Fue a través de una carta dirigida a Georgieva y tiene las firmas de la experta independiente de Naciones Unidas sobre consecuencias de deuda externa en los derechos humanos, Attiya Waris y un grupo de titulares de Procedimientos Especiales en el mismo órgano.

En el documento, el grupo de expertos de la ONU expresaron "profunda preocupación por el impacto negativo diferenciado de la política de sobretasas que el FMI aplica en sus líneas de crédito, la que afecta, particularmente, a países con altos índices de endeudamiento externo" donde, a su vez, señalaron que influye directamente en "el pleno goce de los derechos humanos, en especial de los derechos económicos, sociales y culturales".

Entre los países más afectados a causa de la política de sobretasas aparecen: Argentina, Albania, Angola, Armenia, Barbados, Ecuador, Egipto, Gabón, Georgia, Jordania, Pakistán y Túnez