El acuerdo alcanzado entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) garantiza finalmente el envío de 7.500 millones de dólares para el segundo semestre sin la exigencia de una devaluación formal ni de reformas estructurales extra.
Sergio Massa llegó al acuerdo de nivel técnico (Staff Level Agreement) este viernes luego de tres meses de arduas negociaciones, durante las cuales el organismo de crédito procuró que el gobierno argentino realizara una devaluación formal del dólar oficial. De hecho, la semana pasada el propio Fondo difundió oficialmente que el tipo de cambio real del país se encontraba atrasado en un 25%. Al contrario, el equipo económico pudo llegar al acuerdo técnico con el impulso del aumento al dólar agro y de los nuevos impuestos a la compra de dólar ahorro y a las importaciones de bienes y servicios, los cuales tendrán un impacto en la inflación y la actividad pero menor que el de una devaluación general.
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En ese sentido, y reconociendo el efecto de la sequía, el Fondo destacó en su comunicado que "los nuevos impuestos sobre el acceso a divisas para bienes y servicios importados, y las nuevas medidas para movilizar la liquidación de exportaciones ayudarán a compensar los menores derechos de exportación resultantes de la sequía".
De este modo, la revisión más importante del acuerdo alcanzado por Martín Guzmán a inicios de 2022 se alcanzó sin reformas estructurales en el plano cambiario, mientras que también se logró mantener la ausencia de reformas macro en lo laboral y previsional, elementos habituales de otros Acuerdos de Facilidades Extendidas firmados por el organismo.
El Staff Level Agreement garantiza el desembolso de 7.500 millones de dólares en agosto. Además de los vencimientos por 3.500 millones de dólares entre lunes y martes próximos, entre agosto y noviembre quedarán otros compromisos de pago por unos 4.900 millones de dólares. De este modo, el desembolso de agosto alcanzará para cubrir la gran mayoría de ese calendario. La diferencia, de unos 900 millones de dólares deberá ser cubierta con el siguiente desembolso, anunciado para noviembre y todavía de monto indeterminado.
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También convalida formalmente algo que ya se daba de hecho y que había determinado la virtual caída del acuerdo previo, es decir, la intervención del Banco Central en el mercado de los dólares paralelos y futuros. Así, la entidad que dirige Miguel Pesce tendrá una herramienta para contener un posible aumento de la brecha durante las delicadas semanas electorales.
Además, el Gobierno logró una importante flexibilización de la meta de reservas netas a acumular por el Banco Central, la cual pasó de 8.000 millones a 1.000 millones de dólares en reservas positivas para fin de año. Hoy, se encuentran negativas en casi 7.500 millones.
Aun así, el equipo económico debió ceder en otros puntos. Por un lado, no se flexibilizaron las otras dos metas. La de déficit fiscal se mantuvo sin cambios en un máximo de 1,9% para todo el año. Mientras que el Fondo señaló que "la senda fiscal acordada no supone una dependencia adicional del financiamiento monetario directo", negando así la posibilidad de financiamiento del BCRA al Tesoro.
También se mantuvieron firmes las exigencias de restricciones de gasto social y transferencias a las provincias, así como de "crecimiento de la masa salarial", entendida como un congelamiento del ingreso a la administración pública. A ello se le suma el pedido de "actualizar las tarifas de energía", en consonancia con lo anunciado por Flavia Royon el último jueves.
Por último, el estiramiento final de las negociaciones llevó a que, según confirmó oficialmente el Fondo, la aprobación formal del acuerdo se dé recién en la tercera semana de agosto, cuando tendrá lugar la reunión del directorio o board, ya que el organismo entra en receso la semana que viene.
De esta forma, Massa no tendrá los desembolsos disponibles el lunes y martes que viene, cuando deberá pagar vencimientos totales por 3.500 millones de dólares. El Ministerio de Economía informó que para ello "habrá operaciones puente para los próximos pagos al organismo con otros multilaterales", como la CAF y el BID. Aunque, según trascendidos, también es probable que sea necesario utilizar parte del swap con China, lo que quitará parcialmente la posibilidad de que este dinero en yuanes sea utilizado para dinamizar las importaciones y la actividad mediante el importante comercio bilateral con el país asiático.
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