La economía tocó su piso en abril por la crisis del coronavirus y mejoró desde ahí pero a paso lento. La actividad aún se mantiene en niveles inferiores a los previos a la llegada del virus, pero el Gobierno ya analiza los pasos para la post-pandemia para darle un impulso definitivo a una Argentina que ya había entrado en recesión durante el macrismo.
La actividad se expandió 1,9% en la medición desestacionalizada de junio respecto al mes anterior, de acuerdo a las previsiones de la consultora de Orlando Ferreres. Por su parte, cayó 10,6% anual y acumuló así una contracción de 10,7% en el primer semestre. La contracción del 15,4% interanual para el segundo trimestre implicó la mayor caída del índice del economista, que comienza en 1993.
En mayo había obtenido un fuerte impulso, del 8,1%, que se estima se ralentizó en junio, siempre contra el mes anterior. En comparación interanual, las bajas se registraban desde julio de 2019 y se pronunciaron con el inicio de la pandemia: 9,3% en marzo, 20% en abril, 15,7% en mayo y 10,6% en junio, según la consultora.
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Por esto la economía aún se mantiene debajo de los niveles de marzo y previos a los generados por esta crisis internacional. Incidieron más en la caída general los sectores de la construcción, el comercio y la industria. En todos los casos, no obstante, las variaciones negativas fueron menores a las observadas durante abril y mayo.
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Pese a todo, las variables indican que Argentina tocó ya su piso en abril y así lo dejará a menos que se registre un nuevo shock exógeno que empeore el escenario. Esta mejoría lenta pero progresiva lleva al Gobierno a analizar las medidas a tomar para darle un impulso a esta tendencia, luego de aplicar una batería de políticas que sirvieron para sobrevivir la crisis.
El lunes se reunieron en el Palacio de Hacienda el titular de la cartera, Martín Guzmán, junto al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, y el director por el Cono Sur en el FMI, Sergio Chodos. Además de la relación con el Fondo Monetario Internacional y el proyecto de presupuesto 2021, que comenzó a debatirse en el Congreso desde hoy, discutieron las herramientas para la post-pandemia.
Para empujar la economía, el Ejecutivo por ahora amplió los préstamos blandos, se extendió el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) para sectores críticos y se realizan obras de infraestructura pública y subsidiarán algunas privadas. Medidas adicionales serán anunciadas en los próximos días con la misma guía: que colaboren a salir del pozo generado por la crisis sanitaria mundial.
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