La actividad fabril de China volvió a contraerse en febrero, cuando el índice PMI manufacturero bajó a 49,1 puntos desde los 49,2 del mes anterior y se ubicó por quinto mes consecutivo por debajo del umbral de estabilidad de 50 puntos, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
El índice PMI se situó en terreno positivo solamente dos de los últimos doce meses, el último de ellos en septiembre.
En diciembre de 2022, China levantó repentinamente las restricciones sanitarias impuestas en la pandemia de Covid-19 que habían afectado la economía durante casi tres años, pero la recuperación esperada quedó socavada por una falta de confianza de consumidores e inversores, una grave crisis en el importante sector inmobiliario y el aumento del desempleo juvenil.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Además, la incertidumbre económica mundial debilitó la demanda internacional de productos chinos, indicó un despacho de la agencia AFP.
En 2023, China registró un crecimiento del 5,2% del PIB, uno de sus peores desempeños desde los años 1990 sin tener en cuenta los años de la pandemia.
En tanto, el indicador de la actividad no manufacturera subió a 51,4, frente a una estimación de 50,7, ayudado por un repunte de los viajes y el turismo durante unas largas vacaciones recientes.
Una lectura por encima de la marca de 50 sugiere una expansión respecto del mes anterior, mientras que una cifra por debajo de esa cifra denota una contracción.
"Los datos irregulares refuerzan la necesidad de un mayor apoyo político, algo sobre lo cual probablemente de señales el Congreso Nacional del Pueblo (que se inaugurará el próximo martes)", señaló Chang Shu, economista jefe para Asia de Bloomberg Economics.
China todavía está lidiando con varios problemas clave, incluida una crisis inmobiliaria en desarrollo y una deflación persistente.
Una reciente caída del mercado de valores puso de relieve una erosión de la confianza de los inversores, a pesar de los intentos de Beijing de cambiar la situación, en particular liberando más efectivo a largo plazo para los bancos y ampliando el acceso de los desarrolladores a los préstamos.
Datos anteriores mostraron que la caída de las ventas de viviendas en el país se prolongó en febrero, aunque las cifras también se vieron afectadas por las vacaciones.
Los economistas esperan que el gobierno del presidente Xi Jinping anuncie un objetivo de crecimiento bastante ambicioso para 2024, cuando la legislatura se reúna la próxima semana.
Con información de Télam