Lluvias de febrero no lograron reponer rindes perdidos por ola de calor en zona núcleo, según la BCR

01 de marzo, 2024 | 11.27

Las lluvias de febrero, que alcanzaron el promedio histórico de los últimos 30 años, no lograron compensar los efectos negativos de la ola de calor de fines de enero sobre la zona núcleo, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que además avizora un "escenario desafiante para los productores" desde el punto de vista económico.

El reporte de la BCR revela que áreas como Montes de Oca (Santa Fe), Pozo del Molle (Córdoba) y Carlos Pellegrini (Santa Fe) recibieron acumulados significativos de 266 milímetros (mm), 241 mm y 243 mm, respectivamente, mostrando una notable variabilidad en la distribución de las lluvias.

"Este patrón heterogéneo implicó que, mientras algunas zonas se beneficiaron ampliamente, otras quedaron aún en espera de más precipitaciones para alcanzar condiciones óptimas de humedad en el suelo", señala el análisis.

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En este sentido, la situación para los cultivos es variable, por ejemplo, "la soja de primera mostró una recuperación notable en la última semana de febrero, con un 75% de los lotes en condiciones excelentes a muy buenas, un avance de 15 puntos porcentuales", precisó la BCR.

"La soja de segunda también exhibió mejoras, con un 40% de los lotes en condiciones excelentes a muy buenas y el rinde promedio estimado en la región se mantiene en 36 qq/ha (quintales por hectárea)", agregó.

Respecto del maíz, la entidad rosarina postuló que "los cultivos tardíos que recibieron lluvias justo antes de la floración presentaron mejores condiciones, aunque no de manera uniforme en toda la región".

Desde el punto de vista económico, el análisis de la BCR sobre la campaña de trigo 2024/2025 anticipa un "escenario desafiante".

"Con un margen negativo de -165 US$/ha (dólares por hectárea) para campos alquilados y un modesto margen de 13 u$s/ha para campos propios, basado en un rinde de 40 qq/ha, los productores enfrentan una presión económica considerable", remarcó la entidad.

En tal sentido, puntualiza que "el rinde de indiferencia, aquel necesario para cubrir costos y gastos, se ubica entre 42 y 52 qq/ha para campo propio y alquilado, respectivamente, marcando un aumento significativo respecto al ciclo anterior".

Por su parte, "el deterioro de la relación insumo/producto, especialmente en lo que respecta a la urea, cuyo precio se sitúa en 750 u$s/tn (dólares por tonelada), frente a un precio del trigo que ha retrocedido a 180 u$s/tn para la posición a cosecha de la campaña 2023/2024 y 2024/2025, subraya aún más las dificultades que enfrentan los agricultores", se explaya.

"Esta situación pone de manifiesto la necesidad de una gestión cuidadosa de los recursos y la adopción de estrategias que permitan navegar un contexto agrícola cada vez más complejo", evaluó la BCR.

Con información de Télam