Suiza y Serbia protagonizarán mañana un partido por el acceso a los octavos de final de la Copa del Mundo con una carga que excede la competencia deportiva, debido a que remite a la guerra de los Balcanes (1991-2001) y tiene como antecedente cercano un partido entre ambas selecciones en Rusia 2018, en el que dos jugadores helvéticos de origen kosovar, que integran la actual selección, festejaron su victoria imitando al "águila bicéfala", símbolo de la bandera albanesa.
Con posibilidades ambos de clasificarse a los octavos de final, Suiza y Serbia jugarán mañana en la última jornada del Grupo G, en el que estará presente aquel partido de 2018 en el que los suizos se impusieron 2 a 1, con una remontada en la que anotaron Xherdan Shaqiri y Granit Xhara, ambos de origen kosovar, que acuñaron aquel festejo que remitía a la cruenta guerra que derivó de la disolución de la exYugoslavia.
Shaqiri nació en Kosovo y Xhaka también tiene raíces en esta antigua provincia serbia que declaró su independencia en 2008 y donde una parte de la población se identifica con el nacionalismo albanés.
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La independencia de Kosovo no es reconocida por numerosos estados incluida Serbia, que recibió con gran molestia los festejos de Xhaka y Shaqiri al considerarlos como provocaciones.
Shaqiri, actualmente en el Chicago Fire de la MLS, como Xhaka, de Arsenal de Inglaterra, ya veteranos, siguen revistando en la selección suiza como piezas claves para el entrenador Murak Yakin,
"Me gustan los resultados positivos. Como entrenador no puedes enviar a tu equipo a jugar para empatar. Queremos intentar ganar el partido y esperamos tener la calidad necesaria para hacerlo", subrayó el técnico suizo.
A raíz de aquel episodio, la FIFA, acostumbrada a lidiar con estos problemas, multó a los jugadores que hicieron el polémico festejo, pero no hubo sanciones deportivas.
En una clara muestra de que el tema no es un episodio que pasó el olvido, Serbia también fue objeto de un proceso disciplinario de la FIFA la semana pasada por desplegar en su vestuario una bandera de su país que lucía el mapa de Kosovo y la inscripción "No hay rendición".
Con un boleto a los octavos de final en juego, el técnico suizo hizo un llamado a ambos equipos a concentrarse en la competencia deportiva.
Contra Serbia "tenemos que centrarnos solo en el fútbol, ambos equipos", dijo Yakin. "será un partido interesante y emocionante. Todo lo demás me da igual".
Con información de Télam