(Por Walter Vargas).- Hace ya medio siglo, en un Superclásico de pretmporada jugado en el Estadio General San Martín de Mar del Plata, debutó en River un veinteañero lateral izquierdo que menos de un lustro después sería capitán de la Selección Argentina en el Mundial 78: Daniel Alberto Passarella.
Fue de forma repentina, como suelen suceder tantas cosas en la vida en general y en los deportes en particular: hasta esa noche Passarella era un desconocido que obligó a los relatores de las radios a pedir más de una vez la confirmación de su apellido.
Néstor "Pipo" Rossi se había convertido en el director técnico de River en sustitución del brasileño Delem y había recibido muy buenas referencias de parte del tucumano Raúl Hernández, destacado formador de las Divisiones Menores de River.
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Palabras más, palabras menos, Hernández dijo a Rossi: "Ojo que llegó un pibe de Chacabuco que el año pasado la rompió en la C, en Sarmiento. Tiene unas condiciones bárbaras".
En efecto: nacido el 25 de mayo de 1953, en Chacabuco, Passarella no había tenido mayor suerte en varias pruebas en clubes de Primera Divivisión, pero después de un gran 1973 con la camiseta de Sarmiento, el destino lo había premiado con el fichaje de un grande como River.
A pocas horas del Superclásico jugado en Mar del Plata el jueves 24 de enero de 1974, Rossi jugó una carta motivadora y preguntó al chiquilín Passarella:
-¿Se anima a debutar contra Boca?
-Yo me animo. Hay que ver si usted se anima a ponerme.
Y así fue: Rossi puso a Passarella como titular en condición de lateral izquierda, el debutante cumplió en un reñido mano a mano con el endiablado wing correntino Héctor Ramón "Mané" Ponce y ese amistoso por la Copa Centenario de Mar del Plata terminó 0 a 0.
El domingo 14 de abril de ese 1974 se consumaría el debut de Passarella en partidos oficiales, cuando entró en reemplazo de Héctor "Gorrión" López en la derrota por 1-0 que River sufrió a manos de Rosario Central en Arroyito.
(Sus compañeros fueron Perico Pérez, el uruguayo Jáuregui, Zuccarini, Carranza, Mecca, Mastrángelo, Juan José López, Carlos Morete, Carlos Avanzi y Jorge Ghiso.)
A partir de 1975 se consolidó como segundo marcador central de la mano de Ángel Labruna y todo lo demás en la vida futbolística de Passarella es archisabido.
En River jugó 298 partidos y convirtió 99 goles; entre 1982 y 1986 jugó el Fiorentina (39 goles); entre 1986 y 1988 jugó en Internazionale de Milán (15 goles) y se retiró jugando para River después de un Superclásico con victoria de 2-1 el 27 de julio de 1989.
Passarella es el único jugador que con la casaca albiceleste ganó dos Mundiales (titular en los siete partidos del 78 e integró el plantel del 86), acumuló 70 presencias y 23 goles y se lo considera el mejor defensor de la rica historia del fútbol nacional.
Por si fuera poco, es el segundo defensor anotador de todos los tiempos, con 175, por detrás del neerlandés Ronald Koeman, con 253.
Con información de Télam