La Justicia del estado brasileño de Goiás procesó a 16 personas, entre ellas siete futbolistas de equipos grandes como Fluminense, Santos y Cruzeiro, por formar parte de mafias del juego que ganan dinero a través de sitios de apuestas, que al mismo tiempo se convirtieron en los principales patrocinadores de la actividad.
La justicia Goiás acogió la denuncia de la fiscalía y procesó a 16 personas, entre ellas siete jugadores, y el más conocido de ellos es Eduardo Bauernmann, de Santos, que fue separado del plantel por la directiva del club.
Un comunicado de la fiscalía informó que además de Bauerman fueron procesados y llevados a juicio Victor Ramos, de Chapecoense, Gabriel Tota, de Ypiranga de Rio Grando do Sul, Igor Carús, de Sport de Recife, Paulo Miranda, de Náutico, Matheus Gomes, del Sergipe, y Fernando Neto, del Sao Bernardo.
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La investigación también salpicó a otros dos equipos de primera división: si bien no existieron procesamientos, Fluminense apartó de su plantel al marcador central Vitor Mendes por sospecha de manipulación. Lo mismo hizo Cruzeiro con Richard, jugador que fue descubierto chateando con un apostador que le pedía que cometiera faltas o recibiera una amarilla para ganar la apuesta en los sitios online.
La cadena de noticias Globo informó que el Ministerio de Deportes y el Ministerio de Economía del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva estudian medidas para regular la actividad de las apuestas en línea.
Futbolistas como Marquinhos o Marcelo o exjugadores como Ronaldo y Rivaldo son las principales caras de las propagandas de l os sitios de apuestas.
Los otros procesados están acusados de organizar una asociación ilíicata para presionar a los futbolistas a cometer penales o recibir tarjetas en determinados momentos del partido para ganar las apuestas.
La Operación Penalidad Máxima fue lanzada por la fiscalía del estado de Goiás el año pasado a partir de una investigación sobre apuestas en un partido del club Vila Nova, de ese estado del centro de Brasil.
En la oportunidad, el volante Romario, de Vila Nova, aceptó 30.000 dólares para cometer un penal ante Sport por el campeonato brasileño de Serie B.
Le dieron un anticipo pero como ese día el entrenador lo puso de suplente, Romario se desesperó y buscó a otros compañeros de su equipo para que cometieran un penal a propósito.
Según el comunicado de la fiscalía de Goiás enviado a Télam, están bajo investigación doce partidos, entre ellos dos partidos del Brasileirao 2022 jugados por el campeón del certamen, Palmeiras, el que disputó contra Juventude y otro con el Cuiabá.
Con información de Télam