(Por Emilio Coppolillo Bianco).- El gran año de Brian Castaño, primero con la conquista del título superwelter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) dándole una paliza al brasileño Patrick Teixeira y luego con su actuación consagratoria en el empate que debió ser victoria en la unificatoria ante el estadounidense Jermell Charlo, fueron lo mejor del 2021 para un pugilismo argentino que continúa muy lejos de sus mejores épocas.
Castaño se llevó por tercera vez el Olimpia de Plata que distingue al boxeador del año y quienes lo acompañaron en la terna fueron quizás el mejor testimonio de lo que fue este año lo más relevante del pugilismo local.
Porque el invicto Jeremías Ponce representa el boxeador de mayor nivel fuera de Castaño en el ámbito internacional, el olímpico Mirco Cuello es el mayor prospecto y la sanluiseña Micaela Luján, campeona supermosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), es un soplo de aire fresco entre las mujeres, con Marcela "La Tigresa" Acuña al borde del retiro y con Daniela Bermúdez y Yésica Bopp superando los 30 años.
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La pandemia que paralizó la actividad en gran parte del 2020 y del 202 fueron una causa insoslayable pero no suficiente para explicar el mal momento del boxeo argentino, alguna vez entre los cuatro o cinco más importantes del mundo.
En la Argentina es muy difícil tener el nivel de profesionalidad que se requiera a todos los niveles y por eso no extraña que se organicen menos festivales y haya muchos boxeadores que prueben suerte en el exterior, especialmente en Estados Unidos y Europa. En este rubro el welter Alberto Palmetta, el superligero Marcelino López y el superwelter Guido Schramm lograron buenas victorias en la Meca del boxeo
Como contracara, el bonaerense Javier Maciel, ex campeón argentino, latino y Fedebol superwelter, y retador al título mediano OMB, suma derrotas en Europa estando suspendido por la Federación Argentina de Box (FAB). Y no es el único caso.
Para colmo la FAB perdió a dos presidentes en el lapso de tres meses, Luis Romio y Osvaldo Bisbal, dos dirigentes duchos que fallecieron en agosto y noviembre, respectivamente. Otro veterano, Jorge Molina, histórico dirigente de la OMB, quedó como titular interino de una entidad que necesita renovarse.
Al menos para no presenciar un espectáculo de mal gusto como la pelea entre un policía en actividad (Julián Gómez) y un convicto por robo con arma de fuego (Martín Jara), estelar de una velada televisada en el club Morón, el 28 de noviembre.
Gómez ganó por nocaut técnico en el primer round y, tras insultar a su rival, gritó "viva la fuerza, viva la policía, viva la gente de bien", aunque luego ayudó a su rival a levantarse y se disculpó.
O que no se repita el anuncio de una pelea por el título argentino y horas antes de su realización la FAB retire la aprobación, como ocurrió el 10 de diciembre en la victoria por puntos del santafesino Víctor Exner sobre el campeón supermediano, el correntino Ramón Lovera, en el propio estadio de Castro Barros 75..
Este oscuro panorama se refleja además en la escasez de pugilistas nacionales en los rankings de los cuatro organismos reconocidos por la FAB.
La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) clasifica a Sergio "Maravilla" Martínez (tercero en mediano), Alberto Palmetta (13 en welter), Fabián Maidana (12 en superligero), Alberto Melián (15 en pluma) y Agustín Gauto (7 en minimosca).
El Consejo Mundial de Boxeo (CMB) apenas ranquea a Jeremías Ponce (9 en superligero) y la FIB clasifica al mismo Ponce (1 en superligero), a Gustavo Lemos (3 en liviano) y a Agustín Gauto (5 en minimosca).
Por último, la OMB, además de tener a Castaño como campeón superwelter, ranquea a Juan Manuel Taborda (12 en mediano), Juan Hernán Leal (14 en welter), Jeremías Ponce (15 en superligero) y Gustavo Lemos (13 en liviano).
En total hay 10 pugilistas argentinos en 17 categorías (el CMB tiene 18 por la flamante creación de la categoría bridger) que representan las 270 posiciones elegibles para una pelea por el título mundial. Menos del 5 por ciento, contundente ejemplo del mal momento de una actividad acostumbrada a dar grandes campeones como Pascual Pérez, Nicolino Locche o Carlos Monzón, y otros que merecieron serlo como Eduardo Lausse.
Este año marcó también un gran interrogante en el anhelo de "Maravilla" Martínez de volver a ser campeón del mundo. Y es que fue muy deslucida su actuación en el único combate que disputó, el 29 de septiembre, en Valdemoro, cuando superó por puntos al inglés Brian Rose, una segunda serie que lo puso en apuros y lo llevó a una decisión cerrada en las tarjetas. Señal de alarma para un peleador de 46 años, que estuvo parado seis temporadas y que no enfrenta un rival de cuidado desde 2014.
También fue año sabático para una promesa como Agustín Gauto, que apenas realizó un combate en Alemania y noqueó en un round a Jaba Memishishi, un georgiano conseguido a última hora que había perdido sus últimas ocho peleas.
El 2021 dejó también el debut de una boxeadora en Juegos Olímpicos, honor que le correspondió a la cordobesa Dayana Sánchez, aunque luego ella y su hermana Leonela sufrieron una suspensión de cuatro años por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por el uso de una sustancia prohibida en noviembre de 2019.
Y ya al final del año, el 20 de noviembre, el célebre Luna Park reabrió sus puertas con la "Tigresa" Acuña como protagonista, aun en la derrota ante la entrerriana Débora Dionicius, y la promesa de más carteleras en 2022, como para que no sea tan grande la nostalgia.
Con información de Télam
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