El delantero uruguayo Luis Suárez dijo el jueves que no tiene que pedir perdón por la mano que cometió en el choque de cuartos de final del Mundial 2010 ante Ghana, un día antes de que los equipos vuelvan a enfrentarse en busca de meterse en las fases finales del torneo en Qatar.
Suárez cometió un penal en el cierre del partido ante Ghana, al lanzarse con la mano para evitar el gol rival, y vio la tarjeta roja por la acción. El ejecutor del elenco africano desperdició la oportunidad y finalmente la "celeste" pasó a semifinales tras imponerse en la tanda de penales.
"Toqué la pelota con la mano, pero el jugador de Ghana erró el penal, no yo. A mí me expulsaron y cobraron el penal. Yo no erré el penal, no es mi responsabilidad", sostuvo Suárez en rueda de prensa.
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"Capaz que los jugadores que hablan de 'revancha' tenían ocho años y ni se acuerdan o lo vieron en imágenes. El otro día fuimos a jugar con Portugal y nadie habló de 'revancha' porque lo eliminamos en 2018. No podés vivir con cosas del pasado y pensar en revanchas", agregó el delantero.
Uruguay necesita ganar el viernes y esperar que Corea del Sur no derrote a Portugal para pasar de ronda.
La "celeste" suma un punto ya que viene de empatar 0-0 con Corea del Sur y perder 2-0 ante Portugal. El elenco africano, en tanto, tiene tres unidades luego de un triunfo y una derrota.
"Uno siendo referente tiene que asumir la responsabilidad de los momentos complicados que estamos viviendo (...) Me molesta estar en esta situación porque tenemos calidad y jugadores para estar en otra situación", sostuvo el delantero, quien remarcó que "hay que asumir la responsabilidad de estar en un Mundial y no buscar excusas, hay que rendir".
(Escrito por Javier Leira vía mesa de edición en español, editado por Daniela Desantis)