La Selección Argentina se enfrenta a Brasil por la sexta fecha de las Eliminatorias y nuevamente la violencia tuvo lugar en tierras cariocas. El Estadio Maracaná fue el escenario donde no sólo la pasaron mal los hinchas argentinos por los ataques de los fanáticos rivales sino también por la represión de la policía local. La "Albiceleste" volvió del vestuario con Lionel Messi a la cabeza -quien tuvo un cara a cara con Rodrygo- y los jugadores tuvieron el primer fuerte cruce con sus contrincantes en pleno verde césped.
El regreso de los campeones del mundo al campo de juego trajo consigo varias discusiones en un encuentro que tenía todo para ser picante. Las cargadas por parte de los dueños de casa como recuerdo de lo que sucedió en septiembre del 2021 donde se jugaron sólo cinco minutos de partido fueron las que iniciaron la polémica. El primero en ver la tarjeta amarilla con pocos minutos en el reloj fue Gabriel Jesús, que cometió la cuarta infracción de su equipo y derivó en un golpe contra Rodrigo De Paul.
La situación anterior se había dado con los jugadores argentinos, entre ellos Dibu Martínez, que salieron al cruce de la policía que estaba reprimiendo en la tribuna. El arquero del Aston Villa salió a defender a sus compañeros y a los hinchas que estaban en la tribuna.