En el torneo amistoso de Monteigu, en Francia, la Selección Argentina sub-17 perdió ante Brasil y luego del encuentro hubo incidentes con agresiones entre jugadores de ambos equipos. El conjunto nacional cayó 2 a 1 y el equipo dirigido por Diego Placente terminó a los golpes con su rival.
El equipo dirigido por Diego Placente buscó el empate hasta el final pero no pudo conseguirlo en un partido emocionante que se empañó al final por algunos tumultos entre los juveniles argentinos y brasileños. Los goles de Brasil los hicieron Endrick y Luis Guilherme, de penal. Mientras que Agustín Ruperto, jugador de River Plate marcó a los 13 minutos después de un golazo de chilena.
La formación albiceleste fue con Froilán Díaz (Unión); Dylan Gorosito (Boca), Tobías Palacio (Argentinos), Facundo González (River) y Juan Villalba (Vélez); Camilo Rey (Boca), Kevin Gutiérrez (Rosario Central), Valentín Lucero (River); Alan Ovelar (Argentinos Juniors), Gianluca Prestianni (Vélez) y Ruberto (River). Más allá de esta situación, lo más lamentable fueron los incidentes entre futbolistas de las dos selecciones. En primer lugar, los brasileños cargaron a argentinos. Esta situación, más el enojo de los futbolistas, provocó la reacción de los juveniles.
El primero en reaccionar fue Agustín Ruberto, autor del empate parcial para Argentina, quien le revoleó una patada a un rival. Luego, Gianluca Prestianni enfrentó a un brasileño y empezaron a volar golpes. A partir de entonces, se desató una batalla campal, con corridas y empujones. Afortunadamente, cuanto todo estaba desbordado entró en escena el cuerpo técnico del seleccionado argentino, encabezado por el entrenador Diego Placente, y colaboradores de Brasil, quienes pudieron calmar a los futbolistas y los jugadores de ambos equipos se retiraron del campo.