De Córdoba al Mundo: el largo camino de Gonzalo Abbas para popularizar el fútbol para ciegas

Escuchó el pedido de dos mujeres no videntes que querían jugar al fútbol y desde ese entonces no paró. Fundó el equipo de Las Guerreras, el primero de su clase en el mundo y once años después conquistó el primer mundial femenino y no vidente.

02 de diciembre, 2023 | 00.05

“Nosotras queremos jugar también”. Así, con las ganas de dos jóvenes deseosas de aprender a jugar a la pelota, empezó el desarrollo del fútbol para ciegas en Argentina y el resto del mundo. El receptor de este pedido fue Gonzalo Abbas, quien se había retirado como arquero de Los Murciélagos, la selección argentina de no videntes, y daba sus primeros pasos como entrenador. Once años después de este encuentro, Las Murciélagas triunfaron bajo la tutela de Abbas en el primer mundial de fútbol femenil no vidente. Fue en Birmingham, Inglaterra, donde culminó el proceso que había comenzado once años atrás en Córdoba.

Si hay algo de lo que sabe Abbas es sobre deporte adaptado, fue campeón mundial con Los Murciélagos en 2002 y 2006, y también se colgó varias medallas a lo largo de su carrera defendiendo los tres palos. Sin embargo, su mayor desafío comenzó cuando tuvo que responder al deseo de Guadalupe Romero y Melisa Flores que también querían formar parte del mundo del fútbol. En ese entonces, no existía el fútbol para ciegas, así que las flamantes jugadoras junto a Abbas fundaron el equipo de Las Guerreras, el primero de su tipo en todo el mundo.

Incorporar el fútbol para ciegas en Argentina no fue una tarea fácil, enfrentándose a lógicas patriarcales, Abbas y Las Guerreras recién pudieron formar una liga nacional cinco años después, junto a Las Romanas de Buenos Aires y Las Estrellas de Salta. Tres años más tarde, se conformó por primera vez el cuerpo técnico de la selección argentina de fútbol para ciegas. Bajo el nombre de Las Murciélagas, rápidamente las rioplatenses se convirtieron en dueñas de la redonda en Latinoamérica. En 2021, Abbas tomó las riendas del equipo para llevarlas al mundial.

“Es la oportunidad del fútbol femenino que viene creciendo muchísimo. Desde las primeras dos chicas que querían competir a que se esté jugando en todos los continentes alrededor del mundo, es un avance importante del deporte adaptado”, reflexionó Abbas en diálogo con El Destape.

Para llegar a Inglaterra con múltiples chances de ganar, Abbas diseñó un plan de entrenamiento basado en dos etapas. La primera consistió en “el desarrollo para que más provincias practiquen este deporte, y la atracción de mujeres con potencial para sumarlas al fútbol”. Así, se aseguró de llegar a Birmingham, una ciudad de trabajadores, con el mejor plantel posible. Por otra parte, la segunda etapa del plan consistió en, según el entrenador: “ la resistencia, luego en velocidad y explosión. También hubo trabajo de fuerza para prevenir lesiones y que las jugadoras sientan los choques en los partidos. Así podían soportar un juego con intensidad”. “Luego empezamos a trabajar mucho sobre la técnica y la táctica, donde incorporamos muchos sistemas de juego en función del rival y de lo que podía proponer Argentina de acuerdo a cómo se iban dando los partidos”, agregó.

El debut de la selección nacional en el mundial fue contra Alemania, campeona europea, y las diferencias se notaron desde el principio. Gracia Sosa, oriunda de Córdoba, metió el primer gol de Argentina. Fue una oda maradoniana, en la que descolló por la banda izquierda ante una defensa atónita que no la podía parar y quedaba relegada en el suelo; secuencia que culminó con una definición al ras del césped para entonar el grito sagrado. El partido finalizó con goleada. Un 3 a 0 cortesía de Sosa, Yohana Aguilar y Agustina Medina Pérez.

Ahí empezamos a notar y sentir como cuerpo técnico que podíamos tener un gran Mundial. Habíamos empezado contra Alemania y habíamos tenido un muy buen resultado. A su vez mostramos un juego colectivo contundente”, destacó Abbas.

Lo que siguió fue una goleada de cuatro goles contra India y un empate contra Austria. Con los puntos en mano, Argentina clasificó a la semifinal, en la que triunfó ante Suecia con un contundente 3 a 0. De esta manera, Las Murciélagas llegaron a la primera final del primer mundial, imitando el logro que tuvo la selección de fútbol masculino en 1930 ante Uruguay.

“Sabíamos que nos tocaba Japón en la final y que iba a ser un rival muy difícil. Ya con el equipo de Córdoba, Las Guerreras,  nos habíamos enfrentado dos veces y nos habían ganado por abultados resultados”, señaló Abbas con El Destape. Sin dudas, se trataba de un desafío muy complicado. En uno de los mencionados duelos contra la selección nipona, el equipo cordobés había sido derrotado 8 a 0.  Si bien esta vez se las enfrentaba con las mejores jugadoras de Argentina, el cuerpo técnico tenía en claro que había que dejar el 110 por ciento en la cancha.

El primer tiempo no fue fácil, Japón embocó un rápido gol que terminó con la valla invicta argentina. Esto fue un golpe moral para Las Murciélagas, y así lo recordó Abbas: “ Les dije que se mantuvieran tranquilas. Estaban jugando muy bien. Teníamos que ajustarnos en cuestiones de pase y recepción”.

Ya en el segundo tiempo Las Murciélagas lograron concretar el tan ansiado empate para recuperar la calma. Todo parecía apuntar que se definía el torneo por penales, pero en el último minuto Japón cometió el máximo pecado del fútbol, que fue concederle un penal a su rival. El tiro al arco lo tomó Yohana Aguilar, la 10. Los nervios se sintieron en el aire mientras Aguilar medía apuntaba con el brazo para calcular la dirección del pelotazo. Y sin tomar carrera, le pegó con fuerza con la pierna derecha a la pelota que rebotó en el palo y, chocándose con la arquera nipona, alcanzó a meterse en la línea de gol. Así, Argentina se consagró como campeona.

“Después de once años de trabajo y de lucha, jugar el primer mundial fue un orgullo y una satisfacción. Ser parte de ese equipo y del cuerpo técnico. A su vez, ganarlo tiene doble mérito y alegría por el trabajo realizado durante tantos años”, rememoró emocionado el director técnico de Las Murciélagas.

 

Tras el triunfo ante Japón, las argentinas recibieron flores por parte de estrellas del fútbol nacional como Julián Álvarez, Paulo Dybala y Alexis Mac Allister, tres campeones del mundo. “Luego de venir del mundial tuvimos una gran repercusión, nos llamaron de distintos lados y ahora venimos trabajando para mostrar la selección en todo el país, y motivar a otras chicas no videntes para que jueguen”, comentó Abbas sobre su próximo objetivo. Es que justamente se trata de animar a que más chicas quieran jugar, como Guadalupe Romero y Melisa Flores, que gracias a su deseo de querer patear la pelota en una cancha, todo un país, once años más tarde, volvió a gritar campeón.