Todos los mediodías, por la pantalla de ESPN, Sebastián El Pollo Vignolo conduce un programa colmado de novedades sobre el fútbol argentino y que también cuenta con momentos para recordar anécdotas. Sebastián Domínguez, uno de los panelistas de F90, rememoró una situación vergonzosa que le tocó vivir con Juan Román Riquelme y Lionel Messi, grandes cracks de dicho deporte.
Ante la atenta mirada de El Cholo Sottile, Daniel Arcucci, El Cai Aimar, Federico Bulos y el propio Pollo Vignolo, Seba Domínguez dio detalles de las veces que enfrentó a Riquelme y Messi en una cancha de fútbol. Acerca del ídolo de Boca, expresó: "Lo tuve que marcar. Me dejó parado y la clavó en un ángulo". En tanto, sobre el genio del Barcelona, indicó: "A Messi ni lo vi directamente, me avisaron que lo marqué, ja".
Luego de que el estudio estallara de la risa, y con un poco de timidez, el ex defensor de Vélez y Newell's explicó qué es lo que le ocurre cuando va a jugar algunos picaditos entre amigos: "Cuando jugamos en Rosario a veces los pibitos, así chiquititos, dicen ‘tirámela larga que le corro’. Y después del partido te dicen: ‘No sos tan lento’. Soy lento comparado con Neymar, pero con vos, no".
Asimismo, Seba Domínguez resaltó algunos nombres de futbolistas que también lo complicaban a la hora de marcar: "A José (Sand) lo conozco desde chiquito, nos marcamos toda la vida. Otro fue (Fabricio) Simone, que jugó en Estudiantes. Me quebró un diente y al otro partido, me quebró otro diente. Cuqui Silvera jugaba con los codos y aparte de ser alto era hábil. Lechuga Maggiolo también era difícil. Martín (Palermo) por ahí no tocaba una, pero te agarraba una por el segundo palo y te embocaba".
Finalmente, y a modo de reflexión, Domínguez comentó qué fue lo que le faltó para poder mantenerse más continuidad en la Selección Argentina y en la elite del fútbol: "Siempre me faltó un cachitín para decir ‘Seba es jugador de Selección’. Nunca me sentí jugador de Selección. Una vez que estaba ahí me faltó decir ‘ahora es a fondo’".
"Es como que llegué con la última bala y dije ‘no me queda más. Soy esto. No tengo ese salto. Pero la arena está ahí... Tenés que dar dos brazadas más’. Yo no tenía más. Me morí en la orilla. Todo ese trayecto nadando fue increíble. Por eso me morí satisfecho. Esa es una palabra con la que muchos futbolistas luchan el resto de su vida. Yo terminé con una carrera muy en paz aun sin jugar un Mundial", añadió, mientras sus compañeros de trabajo lo escuchaban con atención .