Serbia prolongó su reinado en el waterpolo olímpico al derrotar a su eterno rival, Croacia, por 13-11, y conquistar su tercer oro consecutivo en la prueba masculina, ante un público enfervorizado en el estadio de La Defense.
La batalla balcánica fue enérgica y física, con ambos equipos cometiendo un montón de faltas y poniendo de vez en cuando una mano errante en la cabeza de un rival.
Al final, los serbios fueron demasiado fuertes, ganaron durante todos los minutos y se convirtieron en el segundo equipo masculino que gana tres oros seguidos, después del triplete de Hungría entre 2000 y 2008.
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"Es increíble. Este es el poder de la unidad", declaró el veterano defensa serbio Dusan Mandic, que participó en las tres medallas de oro. "Este es el espíritu de equipo. Esto es defensa, defensa, defensa hasta el final, sacrificándonos los unos por los otros".
Tras el silbato final, el equipo serbio vestido fuera de la piscina saltó al agua para celebrarlo con los jugadores.
Todos cantaron una canción de victoria y una bandera de Serbia estuvo colgada de un travesaño de uno de los arcos hasta que se retiró antes de la ceremonia de entrega de medallas.
Croacia llegaba a la competición con confianza tras proclamarse campeón del mundo en Doha en febrero, pero acabó sufriendo otra derrota final ante su eterno rival.
Hace ocho años, Serbia acabó con su defensa del título en el partido por la medalla de oro en Río.
(Reportaje de Ian Ransom; Editado en español por Héctor Espinoza)
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