El sueco Armand Duplantis revalidó el lunes su título olímpico de salto con garrocha con una facilidad sorprendente, pues sólo necesitó cuatro intentos válidos para colgarse el oro con 6,00 metros, y culminó una noche memorable batiendo su propio récord mundial con un salto de 6,25 mts.
Duplantis, uno de los grandes favoritos de todo el programa de atletismo, se superó a sí mismo para deleite del público.
Tras superar al medallista de plata, el estadounidense Sam Kendricks, y al ganador del bronce, el griego Emmanouil Karalis, Duplantis superó el récord olímpico de Thiago Braz (6,03) de los Juegos de Río 2016 con 6,10 en su primer intento.
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Una vez concluidas las demás pruebas, el público del Stade de France se concentró en su camiseta amarilla y en su garrocha iluminada en rosa neón, mientras intentaba batir el récord mundial de 6,24 que estableció en abril.
Los dos primeros intentos estuvieron cerca, pero en el tercero se deslizó por encima del listón, provocando el clamor ensordecedor de los 69.000 aficionados que se habían quedado para presenciar la historia del atletismo.
Con sólo 24 años, Duplantis es plusmarquista mundial, bicampeón olímpico y mundial, tricampeón europeo y bicampeón mundial en pista cubierta.
Kendricks, campeón del mundo en 2017 y 2019 y medallista de bronce olímpico en 2016, se perdió los Juegos de Tokio tras dar positivo por COVID después de su llegada y habló esta semana de la agitación que sufrió porque las marcas le consideraban "mercancía dañada".
La emoción contenida explotó cuando igualó su mejor marca de la temporada con 5,95 metros, pero no pudo superar los 6,00 metros en tres intentos, dejando a Duplantis como ganador en esa altura.
Con información de Reuters