En las últimas horas, la Justicia de San Isidro prohibió la salida del país de los siete profesionales de la salud que, la semana que viene, serán indagados por la muerte de Diego Maradona. Todos enfrentan una imputación por "homicidio simple" con "dolo eventual".
Diego Maradona falleció hace seis meses y, desde ese momento, arrancó una investigación para ver en que situación falleció. La decisión, ahora, fue prohibir la salida del país y fue adoptada por el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz. La medida involucra a los siete acusados que son el neurocirujano Leopoldo Luque (39), la psiquiatra Agustina Cosachov (35), el psicólogo Carlos Ángel "Charly" Díaz (29), el enfermero Ricardo Omar Almirón (38), la enfermera Dahiana Gisela Madrid (36), el coordinador de los enfermeros Mariano Perroni (40) y la médica que coordinaba la internación domiciliaria para la prepaga Swiss Medical, Nancy Forlini (52).
El magistrado indicó que la decisión sea comunicada a a Dirección Nacional de Migraciones y a las cuatro fuerzas federales, es decir, la Prefectura Naval Argentina, la Gendarmería Nacional, la Policía Federal Argentina y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. De esta forma, el juez avaló el pedido que la semana pasada, al citar a indagatoria a los acusados, formularon los tres fiscales de San Isidro que llevan adelante la investigación, Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra.
Las claves de la imputación a los médicos de Maradona
La imputación a los doctores que trabajaron para cuidar a Maradona se basan en las conclusiones que sacó la junta médica de peritos que, durante dos meses, analizó las circunstancias de la muerte de Maradona. Según se supo 17 de los 22 peritos que participaron concluyeron que Maradona era un paciente con pluripatologías que agonizó 12 horas antes de morir a los 60 años el 25 de noviembre pasado.
Además, consideraron que "el Diez" "no estaba en pleno uso de sus facultades mentales", que el operativo montado en la casa de del barrio San Andrés de Tigre no era una internación domiciliaria y que pudo haber tenido "más chances de sobrevida" si hubiera estado en una clínica.