Los hinchas árabes se unen tras las inesperadas victorias en Qatar

29 de noviembre, 2022 | 07.17

Las victorias contra pronóstico de las selecciones árabes que compiten en la primera Copa Mundial de Oriente Próximo han inspirado a sus seguidores, aportando una inusitada sensación de optimismo y unidad a los aficionados desde el golfo Pérsico hasta el Océano Atlántico.

Arabia Saudita dio la primera sorpresa del torneo al derrotar a Argentina, bicampeona del mundo, y Marruecos superó a continuación a Bélgica, segunda clasificada en el "ranking" FIFA, con el apoyo de la gran mayoría de los aficionados en ambos partidos disputados en Qatar, país del golfo Pérsico.

A falta de un partido en cada uno en sus grupos, ambas selecciones mantienen una fuerte pugna por alcanzar la fase de eliminatorias de la competición, lo que supondría la primera vez que dos países árabes llegarían tan lejos.

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Esa oportunidad de hacer historia ha forjado un sentimiento de solidaridad entre los seguidores árabes en Doha.

Mohammad al-Mansouri vino desde España para ver cómo Marruecos ganaba a Bélgica por 2-0.

"La mayoría de las felicitaciones...", empezó diciendo, "...eran de sauditas", dijo el hincha saudita Faisal al-Ruwaili, enfundado en la bandera verde de su país, que terminó la frase de Mansouri por él.

"Cuando juega Arabia Saudita, yo soy saudita, y cuando juega Marruecos, todos los árabes...", dijo Mansouri, "¡son marroquíes!", añadió Ruwaili, con su brazo alrededor del hombro de Mansouri.

Mansouri afirmó que se sintió como si Marruecos y Arabia Saudita jugaran en casa en Qatar.

"Arabia Saudita ha jugado el mejor partido de la historia del mundo árabe", afirmó en el mercado Souq al-Waqif de Doha, donde los aficionados se mezclaban en tiendas y restaurantes, sin perder de vista las televisiones para ver las novedades de los partidos.

Aunque el país anfitrión, Qatar, perdió sus dos primeros partidos y fue el primero en quedar eliminado, un cuarto equipo árabe, Túnez, aún podría pasar de ronda si supera a Francia en el último partido del grupo, el miércoles. Aunque las probabilidades estén en su contra, no les faltará apoyo en el estadio Ciudad de la Educación, con capacidad para casi 45.000 personas, situado en el extremo occidental de Doha.

"El fútbol une a las naciones. Todos los pueblos árabes y del golfo Pérsico apoyan a cualquier equipo (árabe)", dijo el hincha saudita Khaled al-Asaimi, coincidiendo con el tono de los mensajes de los dirigentes de Qatar y Arabia Saudita al comienzo del torneo.

Las tensiones entre los dos vecinos llevaron a Arabia Saudita y sus aliados a declarar un embargo comercial y de viajes a Qatar en 2017, una medida que solo se anuló el año pasado.

El emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani, y el gobernante de facto de Arabia Saudita, el príncipe heredero Mohamed bin Salman, se envolvieron con bufandas y banderas del otro país mientras veían jugar a sus equipos.

El hincha de Marruecos Kareem al-Azzi dijo que los resultados habían demostrado que los árabes "son una nación, y (el Mundial) arregla lo que la política daña. Somos hermanos".

Con información de Reuters