Todos sabemos que el fútbol no soluciona nada. Muchas veces termina siendo el remedio que algunos fanáticos necesitan, como cuando alientan al equipo en las canchas y descargan tensiones. En ese momento, incluso sin visitantes, hay dos hinchadas que lo viven con toda la pasión. Pero a partir de noviembre se unirán con una misma ilusión, la que nos hace soñar con Lionel Messi levantando la Copa del Mundo en Qatar 2022.
¿De qué se trata “este permiso para ilusionarme” que le da nombre a esta nota? Mientras nosotros sacábamos el permiso para circular, trabajar o vacacionar, hubo un hombre en estos dos años de pandemia que no dejó de planear. Ese fue Lionel Scaloni, que desde su arribo a la Selección Argentina les mostró el camino a sus jugadores y hoy, a meses del Mundial, lo muestran en cada cancha.
Pasó la Copa América en 2019, con menos de un año de trabajo por parte del DT y su equipo respondió. Por esas injusticias del fútbol –y por culpa del VAR- no se llegó a la final por caer ante Brasil. Pero como Diego Armando Maradona tuvo revancha tras no jugar en 1978 e irse caliente en 1982, también la “Albiceleste” la tuvo en 2021 ganando el torneo y en el Maracaná ante Brasil, el rival de toda la vida.
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Todos los futboleros estamos con esa espina desde hace años. Principalmente aquellos nacidos después de 1986 que no disfrutaron al “Pelusa” levantando el trofeo más preciado. Se negó en 1990 porque Edgardo Codesal así lo quiso y Alemania ganó 1 a 0 en Italia con un penal que no fue. Cuatro años después dejaron afuera del Mundial al autor del mejor gol de la historia de los mundiales, perdimos con la Rumania del talentoso Gheorghe Hagi y en el 98 no se pudo contra Países Bajos en cuartos después de dejar afuera a Inglaterra con un “Lechuga” Roa inspirado.
Pasaron los años y así llegó Corea-Japón, aquella Copa del Mundo que se jugaba en los horarios más difíciles para los argentinos. De la mano del “Loco” Bielsa nos volvimos en primera ronda mordiendo el polvo de no ganarle a los ingleses como pasó cuatro años antes. Tampoco a Suecia, aunque llegamos a empatarlo minutos antes del final y estuvimos cerca de pasar a octavos.
Viajamos a Alemania en 2006 con algo más que un sueño. Un crack que hacía magia en la primera del Barcelona era convocado a la Selección Argentina y la ilusión se renovaba. Estuvimos tan cerca de pasar cuartos ante los alemanes pero el “papelito” de Lehmann y los penales nos lo negaron una vez más. En 2010, y con el Diego como DT hicimos una muy buena fase de grupos, dejamos a México en el camino en octavos y nuestro gran verdugo, Alemania, nos eliminó otra vez.
En Brasil 2014 ante el equipo germano fue más doloroso, porque se dio en la final a falta de cinco minutos para el final del alargue. En el camino gritamos el gol de Messi a Irán en el último minuto, ni hablar del de Ángel Di María contra Suiza o “Pipa” Higuaín ante Bélgica para avanzar a semis tras 24 años. Sufrimos en los penales contra Países Bajos pero las manos de “Chiquito” Romero (con papelito incluido) nos metieron en la final atajando dos penales.
Con varios cambios de técnico en el seleccionado, pensamos en que Rusia sería el lugar donde finalmente la “Pulga” levante la Copa. No fue así ya que Francia, luego campeón del mundo, nos dejó afuera en octavos. Pero meses después algo cambió. Algunos históricos casi no tuvieron lugar en la “Albiceleste” y llegaron muchas caras nuevas que ya prometían en sus clubes. Llegó Lionel Scaloni, nació la famosa “Scaloneta”.
Uno que vivió todos esos mundiales y siguió cada Eliminatoria, amistoso y torneo, sabe que este equipo juega a otra cosa. No solo por lo que se ve adentro de la cancha, sino por lo que hay dentro del grupo. Unido, sólido y cada vez más fuerte. Diría un “grupo de amigos”, pero algunos utilizaron ese término para defenestrar al equipo cuando no pasaba los mejores momentos.
Hoy sí, los vive y juega bien, distinto y bonito. Es por eso que la Selección Argentina es lo que es. Por esa razón me permito ilusionarme con este equipo. Tiene con qué ganarle a otros equipos y no se achica. Se cansó de acallar voces a lo largo de estos años de la “Scaloneta” y el Mundial de Qatar está cada vez más cerca. El 31 de marzo será el sorteo y el 21 de noviembre comenzará la cita más importante del fútbol.
Lionel Messi llevará la bandera, Emiliano “Dibu” Martínez se los comerá con las palabras y la mirada, la defensa y el mediocampo, con muchísimos nombres de recambio también harán lo suyo. Ojalá que Lautaro Martínez continúe por la senda goleadora y sea el delantero del Mundial. Y que Scaloni corone un gran ciclo que empezó a forjar desde el día que puso un pie en el predio de AFA y se presentó ante los futbolistas.
No sabemos qué equipo tocará, menos aún podemos especular con lo que pasará con Brasil o Alemania, cuando los enfrentaremos. Si Francia cumplirá con lo que sucedió en las últimas ediciones de los mundiales, ser campeón y despedirse en primera ronda cuatro años más tarde.