Achraf Hakimi se está convirtiendo en uno de los jugadores del Mundial de Qatar 2022. Luego del beso a su madre que recorrió el mundo tras la victoria de Marruecos ante Bélgica, el jugador que es compañero de Lionel Messi en PSG se hizo un lugar en la historia al eliminar a España la noche de este sábado, el mismo país donde nació y se formó como jugador.
La historia de Achraf Hakimi y sus padres
Hassan y Saida Hackimi eran una de las tantas familias que, es busca de un futuro promisorio, abandonaron Marruecos a mediados de los '90 y se instalaron en España. Como Madrid era una ciudad cosmopolita y ofrecía más oportunidades que otras, decidieron que era el lugar para intentar crecer. El 4 de noviembre de 1998 nació Achraf en los suburbios madrileños, donde ya se habían afincado su madre y padre, y donde a los pocos años empezaría a formar parte de las divisiones juveniles del Real Madrid, el club que señalan como el más poderoso del mundo.
Sin embargo, en aquellos años de su adolescencia, la vida nos sería sencilla para los Hakimi, como lo reconoció el mismo futbolista: "Mi madre limpiaba casas. Mi padre era vendedor ambulante. Que yo practicara fútbol era un sueño para mí y un sacrificio para ellos. Mis hermanos sacrificaban cosas. Éramos muy pobres. Ahora yo lucho por ellos”.
Con el correr del tiempo, Achraf demostró sus habilidades dentro del campo y sería ascendido al primer equipo del Real Madrid con 17 años y, a demás, formaría parte de planteles juveniles de la Selección de España. Sin embargo, al realizar algunos entrenamientos con el país europeos, sintió que su lugar no pertenecía donde había nacido, si no al de sus padres, con quien formó una relación especial. "Estuve un par de días en Las Rozas (predio entrenamiento) y vi que no era mi sitio adecuado, no me sentía como en casa. No era por nada en concreto, sino por lo que yo sentía, porque no era lo que había mamado y vivido en casa, que es la cultura árabe, ser marroquí. Yo quería estar aquí", comentó en plena competencia mundialista.
Luego de debutar con el equipo de la capital española con 18 años, al no contar con regularidad en el primer equipo lo obligó a buscar otros rumbos, y en su llegada al Borussia Dortmund sería uno de los mejores juagadores durante dos temporadas y más queridos por la afición. Tras el regreso a Madrid, el club no lo tuvo en cuenta y volvió a cederlo al Inter, donde cumplió una gran temporada y la que le permitió a la postre ser comprado luego por el París Saint Germain.
Hakimi, su lucha contra el racismo y su apoyo a la causa Palestina
En el seleccionado marroquí hizo su debut internacional en 2016 y su trascendencia iría más allá de sus virtudes futbolísticas. Hakimi se encargó desde el primer momento en denunciar el racismo e injusticias que sufren los árabes en el mundo occidental, algo que lo convirtió en héroe en Marruecos. "Aun teniendo mi DNI y mi pasaporte, da igual. Ven un nombre árabe, ven tu cara marroquí. Hacen cosas racistas. Puedo ir en coche... y nos para la Policía. Piensan que somos gente que roba coches", manifestó.
Hakimi tampoco se desentiende de cuestiones políticas de relevancia mundial. En varias oportundiades manifestó su apoyo a la causa Platestina, en contra de la ocupación de territorios por parte del Estado de Israel. Desde que hizo su público su pensamiento, sus compatriotas lo alaban, pero en más de una vez le ha traído problemas: durante un encuentro de Champions League, el PSG visitó al Maccabi Haifa de Israel y la gente lo silbó e insultó desde las tribunas. Sin embargo, él no devolvió con ningún gesto o agresión.