Szymon Marciniak, el árbitro de la gran final del Mundial de Qatar 2022, lanzó una picante revelación sobre Francia en el partido en el que la Selección se consagró campeona con Lionel Messi a la cabeza. El colegiado se refirió a un momento puntual del cotejo en la que los galos infringieron una regla de juego y no se guardó nada. De hecho, también respondió a las quejas de los franceses ante una jugada de la "Albiceleste" que terminó en gol.
La molestia por parte de "Les Blues" se debe al último tanto que convirtió la "Scaloneta" en los pies de la "Pulga". Según aseguraron, los futbolistas que estaban en el banco de suplentes entraron al campo de juego antes de que la pelota ingrese en el arco, lo cual no está permitido. Marciniak tomó esto para contestarle de manera contundente a todos los que lo cuestionaron por su tarea en el verde césped el pasado domingo 18 de diciembre.
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"Los franceses se quejan del gol de (Lionel) Messi, pero no mencionan éste de (Kylian) Mbappé, donde se puede ver a 7 franceses en el campo al momento de marcar. Pasó lo mismo. Tales situaciones no pasan a menudo en tales partidos. No se puede implementar completamente todo, lo importante es preservar el espíritu del juego", sostuvo Szymon Marciniak en diálogo con L'Equipe con respecto a la acción mencionada y mostró la imagen correspondiente a lo sucedido.
Por otro lado, el colegiado se refirió a otra jugada puntual del encuentro en la que influyó el VAR. Cuando corrían 86 minutos del partido y el marcador estaba 2 a 2, Francia atacaba y Marcus Thuram llegó al área con posibilidades de marcar el tercero. Sin embargo, el atacante galo se tiró y se ganó la tarjeta amarilla. El árbitro recibió la directiva de sus compañeros para dar la pena máxima, pero luego revisaron con más detenimiento, apoyaron la decisión de Marciniak y la "Albiceleste" se salvó de sufrir otro penal en contra.
Mbappé, a pura ira en el entretiempo de la final
En el video publicado por el medio galo TFI se puede apreciar al astro de PSG con mucha bronca por el desarrollo desfavorable del partido y también del resultado. Fue entonces cuando se paró en el vestuario, tomó la palabra y gritó: "¡Es una final de Mundial, es el partido de una vida, no se puede hacer peor! No se puede hacer peor de lo que lo hemos hecho".
"Kiki" insistió, mientras hacía gestos y hasta revoleaba cosas: "Vamos todos al campo, nos dejamos de tonterías, ponemos intensidad y hacemos las cosas diferentes". "Lo hecho, hecho está. Nos han metido dos goles y nos llevan dos goles de ventaja. Podemos remontar. Esto sólo pasa cada cuatro años", remató.