La decisión de romper la relación con Daniel Ricciardo al final de la temporada de la Fórmula Uno supone un día triste para McLaren, pero la alianza simplemente no estaba funcionando, dijo el miércoles el presidente ejecutivo del equipo, Zak Brown.
El sonriente piloto australiano es uno de los favoritos de los aficionados a la F1 y su llegada el año pasado a McLaren, la antigua casa de grandes como Ayrton Senna y Lewis Hamilton, resultaba muy prometedora.
Brown dijo que el ganador de ocho grandes premios, que lideró un doblete en Monza (Italia) para la escudería la temporada pasada, había aportado mucha energía al equipo y que echarían de menos su visión positiva.
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"Hoy es un día triste porque las cosas no han funcionado como esperábamos", añadió el estadounidense, remarcando que considera al piloto como una gran persona con la que ha vivido buenos momentos.
"Estamos en un negocio (...) tenemos que centrarnos en el rendimiento final y le deseamos lo mejor a Daniel", destacó Brown, indicando también que no existe mala voluntad entre el McLaren y el piloto.
El australiano nunca se sintió del todo cómodo en el coche a pesar de toda su experiencia previa, especialmente al intentar llevarlo al límite.
Preguntado por una posible reacción de los aficionados después de que el equipo descartara al piloto mientras aun tenía un año de contrato por delante, el director Andreas Seidl destacó el esfuerzo realizado para que las cosas funcionaran.
"Hemos intentado todo lo posible por ambas partes. Desgraciadamente no pudimos hacer que funcionara, lo que obviamente también es mi responsabilidad", dijo.
Con información de Reuters
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