Chris Benoit mató en 2007 a su esposa Nancy, a su hijo Daniel y se suicidó. La lucha libre nunca volvió a ser la misma. Tres años antes, Benoit estelarizó WrestleMania XX, uno de los eventos más importantes en la historia de WWE, y ganó el Campeonato Mundial de Peso Completo. La escena final de aquel PPV fue un emotivo abrazo con su mejor amigo, Eddie Guerrero, que venía de retener el Campeonato WWE. Ambos habían recorrido un camino difícil hacia la cima de la lucha libre y por fin cosechaban los frutos de su arduo trabajo. Pero la felicidad duró poco tiempo, Guerrero murió un año después y Benoit quedó muy afectado por la pérdida. Una larga carrera de recibir daño cerebral y una vida errática terminaron abruptamente con el crímen más descarnado del pancracio. ¿Cómo terminó todo así?.
Benoit siempre fue un fanático de la lucha libre. Nació el 24 de mayo de 1967 en Montreal, Canadá y era un gran seguidor de Dynamite Kid, un innovador de la lucha aérea que, irónicamente, transitaba una vida similar a la que Benoit tendría años más adelante. Decidido a seguir los pasos de su ídolo, Benoit empezó a entrenar en Calgary con Stu Hart, prolífico entrenador y padre de íconos como Bret y Owen Hart. En ese entonces, Stu también era promotor de Stampade Wrestling, en donde Benoit dio sus primeros pasos y rápidamente comenzó a destacar por su estilo agresivo y su gran calidad técnica al ras de la lona.
El canadiense llevó su talento a Japón y a México, donde luchó enmascarado bajo el pseudónimo de Pegasus Kid y tuvo grandes enfrentamientos con leyendas como Jushin Thunder Liger y Villano III, quien lo desenmascaró en una aguerrida batalla. En consecuencia, Benoit abandonó el nombre de Pegasus Kid y pasó a llamarse Wild Pegasus. En 1995, luego de un breve paso por la promotora Extreme Championship Wrestling, Benoit es fichado por World Championship Wrestling, la empresa de Ted Turner que competía cabeza a cabeza con WWE.
Benoit era un gran luchador, pero en esa época lo que buscaban los promotores de lucha libre eran físicos altos e imponentes. Y al igual que sucede en la industria de la moda con los trastornos que enfrentan las mujeres por culpa de los desmedidos cánones de belleza, los luchadores que eran como Benoit, de un metro ochenta, consumían esteroides para asemejarse más a competidores como Scott Hall, Kevin Nash y Hulk Hogan, quienes eran la cara de WCW. El canadiense no era la excepción.
Mientras el canadiense enfrentaba la realidad de ser relegado al cartel medio de WCW, WWE comenzaba a imponerse en los ratings gracias a la aparición de figuras como The Rock, Mick Foley y Stone Cold Steve Austin. Las pésimas decisiones creativas de WCW y el éxito arrollador que tenía la compañía de Vince McMahon ponían en evidencia que quedarse allí era una pésima idea. Así que en 1999 Benoit dio el salto a WWE incluso cuando la promotora de Turner le dio el Campeonato Mundial de Peso Completo. Para cuando Benoit lo ganó, este no valía nada.
En el año 2000 suceden dos hechos que marcarán para siempre a Benoit. Primero, comenzó a solidificar su lugar en WWE y segundo, contrajo matrimonio con Nancy Toffoloni, a quien conocía de WCW. Ese mismo año nació su hijo, Daniel. Si bien deslumbraba a los aficionados en el ring, detrás de escena se conocían los maltratos que atravesaba su familia. Benoit tenía una personalidad estoica, pero a veces solía desquitar sus frustraciones en el cuadrilátero. Además, durante esos años, el luchador continuó con el consumo de esteroides y siguió con la absorción de daño a la cabeza. Más allá de lo afectado que estaba tanto físicamente como psicológicamente, Benoit lograba mantener las formas. No obstante, en noviembre del 2005 falleció Eddie Guerrero, su mejor amigo, y ahí empezó a notarse el descarrilamiento del canadiense.
La carrera de Benoit transcurrió en 2006 sin demasiados detalles y el 2007 parecía que iba a ser similar. El 24 de junio, Benoit iba a enfrentarse a CM Punk por un campeonato vacante, pero nunca apareció tras bambalinas. Chavo Guerrero, sobrino de Eddie y amigo de Benoit, había recibido un mensaje de él que rezaba que tanto Nancy como Daniel estaban gravemente enfermos, y que él se presentaría al show pero después se ausentaría unos días para cuidar a su familia. Guerrero estaba preocupado porque Benoit no contestaba los mensajes. El último que había recibido decía: “los perros están encerrados en el área de la pileta y la puerta del garaje está abierta”.
Vince McMahon fue notificado por Guerrero y llamó a la policía para que fueran a investigar qué pasaba en el domicilio de Benoit, pero lo que se encontraron fue una escena extraída de una película de terror. Los cuerpos de Nancy y Daniel estaban inertes, mientras que Benoit fue encontrado ahorcado en el gimnasio de su casa. La información de los forenses determinó que dos días antes había comenzado la matanza. Primero, Benoit rompió la columna vertebral de Nancy, y la ahorcó hasta la muerte. Luego ahorcó a su hijo Daniel y, tras dejar biblias al lado de sus cuerpos, procedió a suicidarse con los cables de sus máquinas de entrenamiento.
Al día siguiente, WWE realizó un show tributo en el que muchas superestrellas dieron sus respetos a los fallecidos. Sin embargo, el ex luchador William Regal realizó su homenaje de forma llamativa para los fanáticos, como si supiera que algo más había pasado. Años más tarde, este mismo reveló que uno de sus colegas, un minuto antes de grabar su despedida a Benoit, le preguntó “¿crees que haya tenido algo que ver?”.
Cuando se esclarecieron públicamente los hechos, Vince McMahon anunció que Benoit sería borrado para siempre de la historia de WWE. El paso del canadiense por WCW, la emotiva victoria de WrestleMania XX que culminó con el abrazo a Eddie Guerrero y otros logros que quedaron por siempre manchados por su crímen.
Tras la autopsia de Benoit, se conoció que su cerebro estaba en muy mal estado por la cantidad de golpes que sufrió. Esto hizo que varios esgrimieran la teoría de que por eso se volvió loco y mató a su familia. Sin embargo, Ernesto Ocampo, historiador y director de la revista mexicana Súper Luchas, explicó: “Tendríamos que estar seguros que fueron los esteroides o la encefalopatía traumática crónica los factores que provocaron que se convirtiera en un asesino. Y si pudiéramos establecer, sin dejar lugar a dudas, que uno de esos factores o ambos fueron la causa, WWE tendría como defensa que nunca en su historia había sucedido algo similar entre sus decenas de luchadores que han usado esteroides y que las investigaciones sobre la encefalopatía traumática crónica estaban en pañales”.
Con los años, varios aficionados que comenzaron a ver lucha libre luego de los crímenes comenzaron a encandilarse por las habilidades de Benoit e incrementaron los pedidos de exaltarlo al Salón de la Fama de WWE. Es decir, querían ignorar colectivamente el crímen que cometió para honrarlo por su carrera. Al respecto, Ocampo aseveró: “Es la vieja idea de separar el arte de sus creadores, y aunque puede entenderse en casos como el de Richard Wagner, hay una gran diferencia. Wagner era, además de un extraordinario compositor, un cretino y un antisemita, pero no asesinó a su propio hijo. Quienes defienden a Benoit están cayendo en un comportamiento irracional, porque aunque no se puede borrar lo que hizo en la historia de la lucha, caer en el negacionismo es falta se sentido común, falta de criterio, falta de empatía y exceso de estupidez”.
El periodista estadounidense Bryan Álvarez, que fue amigo de Benoit, poco después del trágico hecho publicó un descargo cuyo final encapsuló el sentimiento de millones de fanáticos alrededor del mundo: “Un día él (Benoit) me pidió la dirección de mi casa. Me terminó enviando una silla del PPV en el que Eddie Guerrero ganó el Campeonato WWE. Venía incluída una carta muy linda. Le mostré todo a mi amigo Vinny, y recuerdo que habíamos dicho ‘¿cómo puede ser que un hombre tan grandioso sea tan amable?’ Parecía imposible. Aparentemente lo fue”.