Una de las preocupaciones que había arrojado el Mundial de Francia 2023 en Los Pumas, a pesar del gran resultado que significó el cuarto puesto, fue la conducción en el rol de apertura, con pocas variantes hacia el futuro cercano. Un año después, esa duda en una posición trascendental, parece saldada: la irrupción determinante de Tomás Albornoz. El tucumano fue quien más se lució en un conjunto de puntos sobresalientes, desde los números y en el juego, en la presentación como coach de Felipe Contepomi, un equipo que parece hecho a su medida y que, por momentos, deleitó en el Rugby Championship. Sin embargo, en el reverso de la historia, el formado en Tucumán Rugby debió pasar duros momentos, que lo hacen mantener los pies sobre la tierra.
Con 27 años, tras sus pasos en Argentina XV y Jaguares, el jugador de Benetton Rugby de Italia cuenta el dolor que sintió cuando Michael Cheika le confirmó que quedaba afuera de la convocatoria del Mundial de Francia, de cómo usó ese golpe para explotar su talento menos de un año después, de la importancia de poder disfrutar el rugby, de los sostenes psicológicos y de la química que encontró el seleccionado con Contepomi.
-Estuviste cerca de jugar tu primer Mundial en Francia. ¿Cómo fue el proceso de asimilar que no ibas a estar?
-Cuando me comunicaron que no iba a ir al Mundial fue durísimo, lo veía por televisión, se hacía todo muy difícil. Me duró un par de semanas y hasta en el club me costó volver a entrar en ritmo, sobre todo mentalmente. Puse la cabeza 100% en el club y, a partir de ahí, de volver a disfrutar jugar al rugby. Agradezco que me haya pasado eso porque lo que vino después me preparó para lo que estoy viviendo ahora.
-¿Habías pasado antes por una etapa de sufrimiento en el rugby? ¿Lo pudiste reconocer?
-Como jugador, no hay nada peor que quedarte afuera de un Mundial. Pero en Pumitas, en el Mundial de M20 de Georgia, en 2017, no tuve una experiencia muy linda, había perdido el foco y decidí dejar la academia para jugar solamente en el club. Jugué dos años en Tucumán Rugby, disfruté como nunca jugar con mis amigos y eso me sirvió un montón porque me terminó de convencer de querer estar en el rugby profesional. Fue un momento bisagra volver a mi provincia, después de eso llegaron las convocatorias a Argentina XV, Jaguares y el paso a Italia.
-¿Tuviste ayuda psicológica cuando te anunciaron que no ibas a jugar el Mundial?
-Me apoyé mucho en mi grupo de amigos en ese momento, estaba en Tucumán con mi familia. Fue una semana muy dura, uno se lo toma muy personal, le duele todo. Te da hasta vergüenza ver a tus amigos, porque ellos tienen la ilusión de verte y tu familia también. Y después, con el tiempo, te das cuenta que, más allá de lo que pase en el deporte, ellos van a seguir estando. También hice un trabajo con psicólogos, esa parte me ayudó un montón.
-¿Qué cambió de ese momento a este presente distinto?
-Cambios muy grandes no hay, creo que es la confianza de contar con más minutos. Cuando volví al club (Benetton), en la etapa del Mundial, creía que podía haber estado mejor, tenía esa espina de no haber estado. Pero me enfoqué en estar mejor mentalmente, por suerte fue un año espectacular en el club y creo que eso me ayudó un montón para afrontar este año con Los Pumas.
-Termina el Mundial, ¿cómo tomaste la llegada de Contepomi a Los Pumas?
-Más allá del entrenador que se hiciera cargo, yo tenía claro que debía recuperarme mentalmente, para estar preparado, porque cuando terminó el Mundial mentalmente no estaba listo. Me puse ese objetivo: reconstruir mi cabeza. No pensaba mucho en si me iban a llamar, tenía en la cabeza estar bien conmigo mismo, en disfrutar de jugar, había pasado mucho tiempo sin jugar, el proceso de Los Pumas había sido durísimo. Más que nada fue eso, mentalmente prepararme para disfrutar. Si me llamaban Los Pumas, era como consecuencia de lo que iba a estar haciendo.
-Sin embargo, el llamado de Felipe llegó en la primera convocatoria, en el Camp de Londres de marzo.
-Sí, en ese momento estaba más enfocado en el club, jugando mucho en Benetton. Recuperé la confianza y ya era otro. En el Camp me vacié, di todo lo que tenía y después pensé "que sea lo que tenga que ser". Me lo fui tomando así, como la ventana de julio, y así partido a partido hasta el Rugby Championship.
En un Rugby Championship histórico para el seleccionado argentino, en el que finalizó tercero venciendo a Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia por primera vez en una misma edición, Albornoz fue el goleador de Argentina (44 puntos) y segundo del torneo, por detrás de Damian McKenzie. Pero más allá de las estadísticas, su ingreso en el equipo, como titular a partir de la impactante goleada 67-27 a Wallabies en la cuarta fecha, le dio un nueva cara a Los Pumas, sobre todo en ataque y en el juego desplegado.
-Cuando Contepomi asumió en el equipo, habló de “excelencia”, de motivar a través de generar un contexto y de darle herramientas a los jugadores, no desde la palabra, una diferencia con respecto al ciclo de Cheika, en el que se buscaba ser más pragmáticos. ¿Qué cambios encontraste?
-Aunque era la continuación de un proceso anterior, para cada jugador fue como empezar de cero, lo tomamos así. El primer partido, con Francia, el equipo no se encontró, era lógico porque habíamos tenido solo una semana de entrenamiento, no fue fácil. Pero desde ahí empezamos a construir poco a poco, con lo que nos sentíamos cómodos.
-Jugaste los 6 partidos del Rugby Championship, sin embargo, hubo un cambio notorio desde que fuiste titular en el cuarto partido, el equipo demostró más variantes y un estilo marcado. ¿Cómo viviste tu explosión con tanto protagonismo?
-Sobre el final del Rugby Championship, Felipe me dio la confianza de ser el 10 y, por cómo veníamos entrenando desde julio y por la idea de juego que teníamos, me sentí muy cómodo. El día que me dijeron que iba ser el 10 titular, lo tomé con mucha tranquilidad porque sabía que había estado entrenando lo que queríamos hacer, lo tenía muy claro. El año del club me dio confianza de jugar, de tener muchos minutos, sobre todo en mi puesto es fundamental, sentirte con confianza para manejar el equipo. Me sentía muy preparado para esa oportunidad.
-¿Qué lugar te da el staff para la creatividad en la conducción y en qué hicieron hincapié para respetar movientos predeterminados?
-Hablamos siempre de atacar los espacios, algo en lo que me siento cómodo. Hablamos entre todos, es algo que nos resultó sobre todo al final del Rugby Championship. Pero lo veníamos hablando de atacar siempre, de no esperar a que la defensa nos envuelva, sino nosotros ir a buscar. Esa libertad se le da a todos los jugadores, tenemos grandes jugadores que son capaces de hacer eso y se vio durante el Rugby Championship. Desde ese lado, la confianza que nos dieron fue a todos la misma.
-Van ochos meses del ciclo Contepomi, sin embargo el sistema comenzó a mostrar buenos resultados rápidamente, sobre todo en ataque. ¿Por qué crees que se dio?
-Felipe hace mucho hincapié en estas cosas, sobre todo en los lanzamientos. Vamos mucho a los detalles y creo que eso fue lo que más nos ayudó. Durante la semana lo practicamos mucho, cada detalle, cada acción cuenta. Hablamos de eso: los pequeños detalles hacen la diferencia. Nos metimos eso en la cabeza, lo incorporamos y creo que salió bastante bien. Pero obviamente hay un margen para seguir mejorando y eso está buenísimo. También pasa mucho por el estudio que hacemos en la semana, del análisis que hacen todos los entrenadores del rival y del lanzamiento que queremos hacer. Pero el estudio que hacemos los jugadores, estamos todo el tiempo viendo videos, analizando el detalle, qué podemos hacer. Eso estuvo muy bueno.
-Falta poco para la ventana de noviembre, con tres Test Matches de peso como Italia, Irlanda y Francia. ¿Qué se propusieron después de haber tenido una gran actuación en Rugby Championship?
-El discurso no va a cambiar: imponer nuestro juego, cualquiera sea el riva que haya en frente. Ser protagonistas, hablamos mucho sobre eso. Son tres rivales distintos, pero nos tenemos que fijar más en nosotros, en ser el mejor equipo que podamos ser.
-Los Pumas tienen un respeto bien ganado a nivel internacional, que aumentó después de ganarle a las potencias este año. ¿Para qué están?
-Seguimos este proceso. Cada vez que entremos, tenemos que imponer nuestro juego, animarnos a hacer lo que practicamos y hablamos. Queremos ganar todos los fines de semana, pero hacerlo de la manera que dijimos que lo vamos a hacer. Hay un lindo plantel y tenemos en claro dónde queremos ir, la bandera la pone todo el plantel.
-Desde lo personal, ¿cómo te gustaría verte en el seleccionado a mediano y largo plazo?
-Hay que ir construyendo partido a partido, Los Pumas tienen 12 partidos al año. Lo que más quiero es poder consolidarme en el equipo y disfrutar. Me costó mucho llegar, espero poder disfrutando varios años más.