Rusia puso fin al dominio de Asia en la prueba olímpica de gimnasia masculina por equipos el lunes, tras sobrevivir a una feroz remontada de China y Japón para hacerse con la medalla de oro por primera vez en 25 años en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Rusia, que compite como representante del Comité Olímpico Ruso (ROC) debido a que el país ha sido despojado de su bandera e himno por infracciones de dopaje, consiguió un total de 262,500 puntos para subir a lo más alto del podio por primera vez desde los Juegos de Atlanta 1996.
Lo que se esperaba que fuera una batalla apretada y tensa entre los defensores del título, Japón, Rusia y China, fue exactamente eso, ya que las tres potencias se intercambiaron los puestos de vanguardia a lo largo de las seis rotaciones.
El ROC se quedó con la victoria después de que Nikita Nagornyy, el último atleta en competir, realizara una rutina de suelo llena de precisión para asegurar la victoria de su equipo por sólo 0,103 puntos sobre la nación anfitriona.
China había llegado a la última rotación encabezando la clasificación por 0,604 puntos, pero terminó con la medalla de bronce por segunda vez consecutiva.
En la lucha por las medallas se enfrentaron de nuevo rivales conocidos, ya que Japón, Rusia y China se han hecho con todos los oros masculinos por equipos desde Helsinki 1952, con la excepción de los Juegos de Los Ángeles de 1984, en los que Estados Unidos se quedó con el máximo galardón.
Pero pocos enfrentamientos han tenido el dramatismo que llenó el Centro de Gimnasia Ariake, vacío de espectadores debido a las restricciones del COVID-19.
A lo largo de tres de las seis rotaciones, el ROC parecía encaminado a una victoria tras haber conseguido una ventaja de 2,6 puntos sobre Japón, y una floja actuación de Daiki Hashimoto en las anillas hizo mucho daño a la nación anfitriona, después de que obtuviera sólo 13,833.
En la siguiente hora, la diferencia se redujo y cuando los equipos subieron a su último aparato, todo estaba en juego.
Japón, tercero en su última prueba, aumentó la presión cuando Hashimoto compensó su débil esfuerzo en las anillas con una deslumbrante exhibición en la barra horizontal que le valió una nota de 15,100.
Este resultado hizo que los anfitriones superaran a China y se pusieran en cabeza mientras Nagornyy esperaba en el borde del escenario su turno para competir en el ejercicio de suelo.
Nagornyy realizó su rutina y luego se unió a sus compañeros de equipo Artur Dalaloyan, Denis Abliazin y David Belyavskiy para mirar nerviosamente el marcador mientras China y Japón hacían lo mismo.
Cuando el marcador apareció por fin en el tablero, las emociones que el cuarteto ruso habían intentado contener estallaron en lágrimas y alegría.
Con información de Reuters