Paula Pareto es una leyenda del deporte argentino y así fue reconocida este sábado por la delegación argentina que la esperaba en la Villa Olímpica tras no poder acceder a una medalla en la prueba de judo hasta 48 kilos.
Los deportistas que estaban en sus habitaciones se reunieron en el ingreso del edificio para hacerle un pasillo a la Peque y recibirla con aplausos en la que fue su última participación olímpica.
El camino de Pareto en Tokio
Debilitada por una lesión en su codo izquierdo, Pareto dio todo y peleó hasta el último segundo por revertir la leve ventaja de su competidora. Sin embargo, no pudo quebrar las tácticas evasivas y de escape de Costa (que recibió dos infracciones por ese comportamiento).
La "Peque", de 35 años, comenzó su camino en Tokio con grandes victorias por ippon en sus dos primeros combates. Primero venció a la sudafricana Geronay Whitebooi en la ronda de dieciseisavos de final, con una llave de sumisión, y luego obtuvo dos waza-ari para dejar a la eslovena Marusa Stangar, duodécima del escalafón y medalla de bronce en el Campeonato Europeo de Minsk 2019.
Sin embargo, las buenas sensaciones se torcieron en los cuartos de final, donde perdió por ippon con la japonesa Funa Tonaki, tercera del ranking mundial, y sufrió una lesión en el codo izquierdo, una molestia que la afectó en el repechaje. La "Peque", de 35 años, quedó tendida en el suelo, se levantó con dificultad y se retiró del recinto con signos de dolor. "El problema es en el codo, necesito que me vea el médico", avisó ante el micrófono de TyC Sports,