El triunfo del espíritu, cuyo título original es Race, es un drama biográfico que relata la historia de Jesse Owens, el legendario atleta que ganó cuatro medallas de oro en los polémicos Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Estos juegos fueron un duro golpe para Adolf Hitler, interpretado por Adrian Zwicker, y Joseph Goebbels, quienes buscaban demostrar la supremacía de la raza aria.
El término Race tiene un doble significado en inglés: "competencia" y "raza". Ambos conceptos se manejan de manera metafórica en esta emotiva, aunque algo superficial, biografía dirigida por Stephen Hopkins y escrita por Anna Waterhouse y Joe Shrapnel.
Marco histórico
La trama se sitúa en los años 30, una época marcada por una intensa discriminación racial en Estados Unidos y Alemania. En este periodo, el nazismo está en pleno auge y comienza la persecución de los judíos, lo cual también afecta las competencias olímpicas.
Trayectoria de Jesse Owens
Jesse Owens es el único miembro de una gran familia afroamericana de escasos recursos que logra ingresar a la universidad, Ohio State University, gracias a su talento en atletismo. Bajo la tutela del entrenador Larry Snyder, interpretado por Jason Sudeikis, quien también enfrenta sus propios desafíos profesionales y personales, Owens se esfuerza por cumplir con las exigencias del deporte, con la esperanza de alcanzar la gloria tanto para él como para su equipo.
Además de sus compromisos deportivos, Owens debe mantener a su familia, que incluye a una hija pequeña que tuvo con su primer amor, Ruth, hecha por Shanice Banton, a quien promete matrimonio antes de partir. La fama y las decisiones políticas complican su vida cuando debe elegir si competir en las olimpiadas de Berlín, enfrentándose al dilema planteado por la NAACP (Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color), que aboga por un boicot al evento.
Política y deporte
La película también explora la relación entre la política y el deporte, un tema pertinente en la actual crisis deportiva. El Comité Olímpico Estadounidense está dividido, y el empresario Avery Brundage, (Jeremy Irons), debido a sus intereses personales y negocios con el gobierno de Hitler, intenta influir en la decisión, reflejando la doble moral que caracteriza a muchos líderes.
A pesar de su éxito, Owens siempre enfrentó discriminación racial. Incluso en la cena en su honor, se vio obligado a usar la puerta trasera. La película es una coproducción canadiense-alemana que destaca un evento al que no se le había dado la importancia merecida. Curiosamente, el único registro existente hasta ese momento era el de la cineasta alemana Leni Riefenstahl, encargada de la propaganda nazi, quien es interpretada en la película por Carice van Houten como una artista independiente que finalmente trabaja para Goebbels.