Imane Khelif vivió unas semanas más que complicadas durante los Juegos Olímpicos de París 2024 a raíz de las críticas que recibió. La boxeadora argelina estuvo en boca de todos, pero acalló miles de voces consiguiendo la medalla de oro en la disciplina boxeo tras ganar la final este viernes 9 de agosto ante la china Yang Liu. Horas después de la victoria que la consagró con el máximo objetivo de la competencia tomó una tajante decisión con respecto a quienes la atacaron.
La realidad es que tanto en redes sociales como en el mismo certamen, la púgil -nacida mujer- fue constantemente víctima de quienes apuntaron contra ella por su condición. Si bien quedó demostrado que podía competir con normalidad por el aval del Comité Olímpico Internacional, igualmente los palazos no cesaron. Por este motivo, Khelif llegó a un punto límite y ahora contestará contra todos aquellos que le ningunearon o hasta la trataron de trans.
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La boxeadora argelina publicó un comunicado en el que informó que contrató un estudio de abogados para comenzar la demanda contra quienes la atacaron e hicieron una campaña de difamación sexista, machista y racista durante los Juegos Olímpicos. De esta manera, la deportista que ganó la medalla de oro en la categoría hasta 66kg tendrá su respuesta ante tantas críticas.
Cabe destacar que en 2023 no pudo disputar la final del mundial por decisión de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), pero el Comité Olímpico Internacional sí la habilitó a competir. Esto desató la polémica entre las entidades que fue más allá de lo sucedido con la propia Imane Khelif. Lo importante es que a lo largo del certamen demostró ante cada rival que estuvo a la altura de las circunstancias y tuvo su merecido premio.
La polémica detrás de lo sucedido con Imane Khelif en los Juegos Olímpicos
Está claro que hay un trasfondo luego de que la IBA quede desafectada de los Juegos por cuestiones de corrupción en arbitrajes, jueces y autoridades que hasta llegaron a poner en peligro la presencia de la disciplina en Londres 2028. Casualmente, fue la Asociación Internacional de Boxeo la que le prohibió a Imane Khelif competir en el Mundial disputado el año pasado, pero el Comité Olímpico Internacional –con pruebas de género ilegítimas y carentes de credibilidad, según informaron- la habilitó a pelear en París.
Pero también es importante destacar que la argelina no es la única que está metida en esta polémica, que lejos está de lo que pasa arriba del ring. Su colega taiwanesa Lin Yu-ting padece la misma condición y también ganó sus respectivos combates en las primeras rondas, pero no recibió tantos cuestionamientos como la nacida en Argelia. Al margen de que pueden reinar otros intereses en los más críticos de este tema, la verdad se ve arriba del cuadrilátero y los golpes mandan. Al fin y al cabo es un deporte de contacto y siempre –o casi siempre- habrá un deportista con más fuerza que el otro que pueda sacar cierta ventaja de su rival por su potencia.
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