Los Juegos Olímpicos de Paris 2024 llegaron a su fin y la delegación argentina logró tres medallas y seis diplomas olímpicos. En total fueron nueve los galardones que consiguió Argentina. Este número está por debajo de lo conseguido en los Juegos de Tokio 2021, Río de Janeiro 2016 y Londres 2012. Lógicamente, estas cifras son consecuentes con las políticas deportivas que se llevaron adelante en cada uno de los ciclos olímpicos anteriores, pero ahora, pensando en el futuro, el panorama no parece ser promisorio si no todo lo contrario.
Resultaría obtuso sostener que los resultados en los Juegos Olímpicos de París tienen que ver con los últimos seis meses de gestión de un gobierno, teniendo en cuenta que el entrenamiento de un atleta de élite consta de cuatro años de trabajo (en realidad también pueden ser ocho) previos a la cita olímpica. En este punto, hubo un detalle que fue clave en la financiación de varios atletas olímpicos y que necesitan del ENARD para tener financiamiento en sus carreras. En el año 2017, Mauricio Macri envió un proyecto de reforma tributaria al Congreso y se derogó el artículo que aportaba el 1% de la tarifa de los celulares al financiamiento al Ente de Alto Rendimiento Deportivo. Esto, desde ya, le sacó su autonomía y empezó a financiarse a través del tesoro nacional, lo que fue un duro golpe a los deportistas que, desde hace tiempo, reclaman por esta devolución.
Pero también, en pandemia, y en pleno debate con el FMI, el Gobierno de Alberto Fernández nunca logró devolver el financiamiento del 1%, siendo una cuenta pendiente y, más allá del esfuerzo económico, nunca volvió a los valores en términos de los mejores años de prestaciones que fueron entre 2012 y 2016. Esto, claramente, marcó un antecedente clave a la hora de revisar las consecuencias de las políticas deportivas. Incluso, también llama la atención que los deportes que en Paris tuvieron resultados sorprendentes -más allá de Las Leonas- hayan sido los individuales o los que no necesitan de una estructura de clubes: BMX o, incluso, la vela. No obstante, vale recalcar que tanto José Torres o Majdalani y Bosco recibieron becas del Estado para llevar adelante su actividad, al igual que sus entrenadores.
Luego de París 2024, el panorama se ensombrece por diversos motivos que, entre otras cosas, incluyen a los propios deportistas. embargo, la motosierra que lleva adelante el gobierno de Javier Milei enciende las mayores alarmas y ya comienza a notarse el efecto del ajuste. Enel análisis de gasto de las partidas presupuestarias del Estado, se observó que en los primeros siete meses del Gobierno de la Libertad Avanza, el gasto destinado a proyectos vinculados al deporte tuvo una caída interanual del 83,3% comparando con el mismo período del año anterior, de acuerdo con el informe de la consultora Analytica. Dentro de los tijeretazos de la administración libertaria se destaca el recorte de transferencias al "Deporte federado y de representación nacional" (es decir, los atletas que viajan), el cual el Gobierno redujo en un 63,3% en términos reales contra igual período de 2023, mientras que se llevó a cabo un recorte adicional del 81% interanual (en el mismo mes) al gasto en "Infraestructura y centro deportivos nacional".
Traduciendo estas cifras, se puede decir que el Gobierno de Javier Milei pasó la motosierra sobre el segmento del deporte (amateur) que, desde ya, necesitaba aún mayores apoyos económicos para salir adelante. Por su parte, en el caso de actividades de "Escuelas de iniciación deportivas", "Clubes de barrio" o "Competencias nacionales", directamente no hubo transferencias: cero. Se cortó esa financiación. Es decir, si un chico se fanatizó con los Juegos Olímpicos y vio a -por ejemplo- Simone Biles o Noah Lyles tener protagonismo en gimnasia artística o 100 metros llanos, la dificultad de encontrar ese deporte es más grande debido al nulo aporte del estado en este tipo de iniciación. Asimismo, este golpe se suma, por ejemplo a la salida de los Juegos Evita a nivel nacional.
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Este panorama que tiene que ver con el futuro de jóvenes que quieren ser parte del deporte de los próximos juegos se torna sombrío al retomar algunas palabras de Diógenes de Urquiza, el flamante subsecretario de deportes -luego del adiós de Julio Garro-, que en la previa de los Juegos Olímpicos sostenía que debía cambiar la lógica del apoyo a los atletas. Por ejemplo, en charla con La Nación -en marzo- cuando solo estaba a cargo del ENARD, sostenía: "Puede ser que un deporte tenga uno o dos atletas de alto rendimiento, pero el resto no los son. El ENARD no puede darle plata a un chico de 14 años. “Quiere ir al Mundial”, te dicen. ¿A hacer qué? ¡Si no le gana ni al chileno, ni al brasileño, ni al uruguayo! Hay una pirámide de desarrollo en el deporte que va en función de la federación. Sí me parece perfecto que vendan tortas y rifas; pasa que los malcriamos".
Por otro lado, al referirse sobre los becados afirmaba: "Pusimos criterios, para darles primero a los que teníamos que darle. Son prioritarios los olímpicos clasificados con chance de medalla o diploma. Después tenés a los olímpicos que se clasificaron, pero que no tienen tantas chances de diploma; diría la maratonista Florencia Borelli, que cuenta con su derecho a participar. Luego, aquellos con chances de obtener el pasaje. Y después tenés a los que van a clasificarse y simplemente participarán, como el remo, que tiene pocas posibilidades. Se tienen que hundir todos los botes para que gane; es la realidad, pero se lo ganó".
Estas declaraciones, que son del actual subsecretario de deportes, marcan un cambio en la lógica de las becas. Bajo esta idea, por ejemplo, el desarrollo de un deporte como el Canotaje -que tuvo un sorpresivo cuarto puesto- o, incluso, la natación -que tuvo una buena semifinal olímpica con Macarena Ceballos dentro de las 16 primeras- no contarían con el mismo apoyo que -de ahora en más- va a tener José "Maligno" Torres porque, según esta nueva idea, el apoyo existe siempre y cuando exista una marca. A la que es más complicado acceder si, efectivamente, no se tiene ese apoyo. Un círculo vicioso, en negativo.
De hecho, uno de los grandes ganadores fue Julián Gutiérrez, el tirador catamarqueño que consiguió un diploma en Rifle 10 metros. El apoyo, en este caso, llegó de su provincia que apostó por él y le brindó un rifle nuevo. Eso, bajo la lógica actual del ENARD, no hubiera ocurrido. Ahora, con los Juegos Olímpicos de París 2024 terminados, se empieza a vislumbrar un nuevo panorama para los deportistas olímpicos: un horizonte de incertidumbre sobre el financiamiento para el nuevo ciclo olímpico que termina en Los Ángeles 2028.