Gabriel Heinze fue despedido como entrenador del Atlanta United de la Major League Soccer de Estados Unidos. El Gringo había llegado al equipo a fines el 2020 y tras dos victorias, siete empates y cuatro derrotas tuvo que decir adiós. Hasta el momento, las causas apuntaban a una pelea con Josef Martínez, máximo goleador del club.
Sin embargo, más allá del enfrentamiento con el delantero venezolano, comentaron en Fox Sports que habría sido denunciado por la Asociación de Jugadores de la MLS (MLSPA). ¿A qué se debió la denuncia? En primer lugar, el excapitán de la Selección Argentina limitó la cantidad de agua que sus jugadores podían beber en los entrenamientos del equipo en pretemporada, afectando al grupo hasta el punto de tener que necesitar de la intervención del personal médico.
Por otra parte, detallaron que el entrenador de 43 años le quitó los días libres a sus futbolistas (asegurados por la Asociación) por el entrenador argentino, además de exigirles disponibilidad total ante cualquier llamado del cuerpo técnico.
"La táctica y el lado del fútbol son una cosa, pero sucedían tantas cosas fuera del campo que los jugadores estaban agotados mentalmente a diario", reveló una fuente anónima a Fox Sports. "Fue un infierno todos los días durante seis meses", reveló la misma voz.
Por si fuera poco, se reveló que Heinze tenía muy poca comunicación con sus futbolistas, lo cual complicó la relación y empatía entre la su persona y la plantilla, rompiendo rápidamente el vestuario y desencadenando los acontecimientos sucedidos hasta el momento.
Una línea efectiva pero muy exigente
Gabriel Heinze se caracterizó en los últimos años como uno de los mejores entrenadores del fútbol argentino. Emparentado con Marcelo Bielsa, quien lo dirigió en su paso por la Selección Argentina, sus equipos suelen ser muy ofensivos y prioriza la utilización de jugadores juveniles con proyección.
Sin embargo, ese Bielsismo que lleva impregnado no solo se ve en el juego sino también en las exigencias fuera del campo. Limitar las charlas con la prensa, entrenamientos largos e incluso después de cada partido son algunas de las marcas de su sello.
Con estas particulares formas de llevar adelante sus equipos, tuvo dos casos con éxito. El primero de ellos fue Argentinos Juniors, con quien fue campeón de la Primera B Nacional en la temporada 2016/17 jugando un fútbol de altísimo vuelo. El segundo caso data de su paso por Vélez Sarsfield entre 2017 y 2020 que, tras un par de flojas campañas, peleaba por no caer en puestos de descenso. A su llegada, con la promoción de juveniles y una idea bien marcada el equipo logró pelear en los puestos de arriba, incluso clasificando a copas internacionales.