El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, podrá jugar en el Abierto de Francia más adelante en el año aunque no esté vacunado contra el COVID-19, según declaró el viernes la ministra de Deportes de Francia.
La decisión australiana de revocar la visa que Djokovic había obtenido gracias a una exención médica antes del Abierto de Australia en Melbourne ha provocado un gran revuelo, enfrentando a sus partidarios con quienes dicen que nunca se le debería haber ofrecido la entrada.
Francia no prohíbe la entrada en su territorio a las personas no vacunadas, pero impone restricciones más estrictas que a las que se han vacunado.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La ministra de Deportes, Roxane Maracineanu, dijo que los protocolos de la Federación Internacional de Tenis en los grandes eventos implican que un jugador no vacunado tendría derecho a entrar en Francia y participar en Roland Garros, que comienza en mayo.
A medida que la variante ómicron impulsa un aumento del COVID-19 en todo el mundo, la frustración pública aumenta con los no vacunados en Francia y otros lugares. El presidente Emmanuel Macron dijo esta semana que quería "fastidiar" a los no vacunados complicándoles la vida para incitarles a inocularse.
Los adversarios de Macron le acusaron de usar un lenguaje impropio de un presidente y de buscar reforzar sus credenciales de cara a las elecciones de abril, aunque los analistas dijeron que sus palabras tendrán eco en mucha gente.
Djokovic, de 34 años, se ha negado sistemáticamente a revelar su estado de vacunación, al tiempo que ha criticado públicamente las vacunas obligatorias. No ha revelado los motivos de la exención.
"No seguirá las mismas disposiciones organizativas que los vacunados", declaró Maracineanu a la radio FranceInfo. "Pero, no obstante, podrá competir (en Roland Garros) porque los protocolos, la burbuja sanitaria, lo permiten".
Con información de Reuters