La Fórmula 1 es un deporte único, donde la combinación entre piloto y máquina define al campeón. Aunque la habilidad del piloto es crucial, el rendimiento del vehículo juega un papel igual de determinante. Uno de los componentes más importantes de los monoplazas es el motor, que les permite a los coches superar los 300 kilómetros por hora. Estos motores son productos de una ingeniería de vanguardia, en constante evolución para adaptarse a las normativas y avances tecnológicos.
En la F1, los motores están sujetos a estrictas regulaciones impuestas por la FIA (Federación Internacional de Automovilismo). El objetivo es mantener un nivel de competitividad entre los equipos y reducir los costos. El último cambio significativo en las normativas ocurrió en 2022, lo que marcó el inicio de una nueva era en la F1. Estas modificaciones también afectaron a los propulsores, los cuales continúan siendo clave en el rendimiento de los coches.
¿Qué cambios se hicieron en la normativa de la Fórmula 1?
La parrilla de competición está conformada por 20 monoplazas. Pero desde el 2022, se agregaron algunos detalles más a la normativa vigente, como por ejemplo:
- El número de equipos subió de 10 a 12.
- El número de grandes premios creció de 17 a 19, con el regreso de Canadá y el debut de Corea del Sur.
- El peso mínimo de los coches, incluyendo al piloto, aumentó de 605 a 620 kilos.
Actualmente, los monoplazas están equipados con motores V6 1.6 turbo híbridos. Aunque el bloque es el mismo desde antes de las modificaciones, se han implementado restricciones adicionales en los materiales y piezas, como la estandarización de la bomba de combustible. Esto forma parte de las medidas de la FIA para reducir costos y hacer el deporte más accesible para los equipos.
¿Se agregarán cambios a la F1?
El próximo gran cambio en los motores de la Fórmula 1 está previsto para 2026. Durante este periodo, los motores están sujetos a una "congelación", lo que significa que solo se pueden hacer ajustes para mejorar la fiabilidad o reducir costos. En 2026, los motores seguirán siendo de combustión interna V6, pero la potencia del MGU-K, el motor-generador que recupera energía en la frenada, se incrementará a 350 KW, y el MGU-H, encargado de gestionar el turbo, será eliminado. Además, el combustible utilizado deberá ser 100% sostenible, un paso adelante en la búsqueda de una Fórmula 1 más ecológica.
Estos cambios abrirán la puerta a nuevos fabricantes en la F1. Entre las marcas confirmadas para 2026 están Ferrari, Mercedes, Renault, Honda, Audi y Ford, que regresará en alianza con Red Bull. Aunque se esperaba que Porsche también entrara a la competición, sus planes han sido pospuestos. Por otro lado, Honda podría continuar en la parrilla, esta vez asociado con Aston Martin.
Uno de los cambios más notables fue, sin duda, el sonido de los motores. Con la entrada de la nueva normativa, el ruido característico de los coches se redujo, en parte debido a la integración de la válvula wastegate en el tubo de escape. Esta modificación mejora la fiabilidad del motor al controlar la presión del sistema de sobrealimentación. Aunque este ajuste generó controversia, no fue el mayor cambio en el sonido de los coches, ya que en 2014, con el agregado de los motores híbridos V6 en lugar de los V8, se produjo una transformación aún más radical.