Fórmula 1: qué diferencia hay entre neumáticos de lluvia y secos

Tras la última carrera de Franco Colapinto en el Gran Premio de Brasil, donde la lluvia fue protagonista, te contamos todo sobre los diferentes tipos de neumáticos que se utilizan en la máxima categoría del automovilismo.

07 de noviembre, 2024 | 15.35

El arribo de Franco Colapinto en la Fórmula 1 despertó un renovado interés en Argentina por comprender los aspectos técnicos de la máxima categoría del automovilismo. Su mas reciente participación en el Gran Premio de Brasil, donde las condiciones climáticas adversas en Interlagos pusieron a prueba tanto a pilotos como a equipos, dejó en evidencia la importancia de entender cómo funcionan los diferentes tipos de neumáticos en la F1.

La elección correcta de los compuestos y el momento preciso para realizar los cambios pueden definir el resultado de una carrera. El incidente de Colapinto durante la carrera en Brasil, cuando perdió el control de su Williams en condiciones de lluvia, resalta la relevancia de conocer las características específicas de cada tipo de neumático y cómo responden en distintas situaciones.

¿Cómo son los distintos tipos de neumáticos?

Los neumáticos en la Fórmula 1 representan el único punto de contacto entre el monoplaza y el asfalto, convirtiéndose en uno de los elementos más críticos para el rendimiento y la seguridad. En condiciones de pista seca, los equipos disponen de seis compuestos diferentes, identificados desde el C0 hasta el C5, siendo el primero el más duro y el último el más blando.

Para cada Gran Premio, Pirelli, el proveedor oficial de neumáticos, selecciona tres compuestos específicos según las características del circuito. Estos se identifican mediante un código de colores: blanco para los duros, amarillo para los medios y rojo para los blandos. Es importante destacar que un mismo compuesto puede cumplir diferentes roles según la carrera, por ejemplo, un C2 podría ser considerado blando en un circuito y medio en otro.

En caso de lluvia, los equipos cuentan con dos tipos específicos de neumáticos: los intermedios, marcados con verde en sus laterales, y los de lluvia extrema, identificados con azul. Los intermedios están diseñados para condiciones de pista mojada pero no encharcada, contando con un dibujo en relieve y canales que permiten evacuar entre 35 y 40 litros de agua por segundo a 300 kilómetros por hora.

Los neumáticos de lluvia extrema, por su parte, poseen canales más profundos y numerosos, capaces de dispersar más de 60 litros de agua por segundo. Además, incorporan bloques flexibles que proporcionan mayor agarre en condiciones más frías. Esta característica resulta fundamental cuando la pista está completamente anegada o la lluvia es intensa.

El reglamento establece que cada monoplaza debe disponer de 13 juegos de neumáticos por Gran Premio en condiciones normales: 2 duros, 3 medios y 8 blandos. Esta distribución varía en los fines de semana con carrera sprint, donde se reducen a 12 juegos. Por razones de seguridad, los equipos siempre tienen disponibles tanto intermedios como de lluvia extrema, independientemente de las previsiones meteorológicas.

La actuación de Franco Colapinto en Brasil

El reciente Gran Premio de Brasil ejemplificó la importancia estratégica de los neumáticos y su gestión durante la carrera. Franco Colapinto manifestó su descontento con Williams por la demora en el cambio de compuestos, una situación que le costó posiciones valiosas. "Se los pedí hace cinco vueltas", expresó el piloto argentino por radio, dejando en evidencia cómo la elección del momento preciso para el cambio de neumáticos puede ser determinante.

Las escuderías deben evaluar múltiples factores antes de llamar a boxes a sus pilotos: el estado de la pista, el pronóstico meteorológico, el desgaste de los compuestos y la posición en carrera, decisiones que pueden significar la diferencia entre sumar puntos o quedar fuera de la zona de clasificación.