Estudiantes de La Plata, uno de los clubes más emblemáticos del fútbol argentino, tiene una rica historia en la Copa Libertadores. Este torneo, el más prestigioso a nivel de clubes en América del Sur, fue el escenario de algunas de las hazañas más memorables del equipo. La última vez que Estudiantes logró alzarse con el título fue en 2009, marcando un hito en su historia contemporánea y consolidando su legado como uno de los grandes del continente.
Aquel triunfo fue un reflejo de la mística copera que caracteriza al club. Con un equipo liderado por Juan Sebastián Verón, Estudiantes dejó en claro que su espíritu competitivo seguía intacto. La final se disputó contra el Cruzeiro de Brasil, un rival de alto nivel que prometía un duelo apasionante. El partido de ida, jugado en La Plata, terminó 0-0, dejando todo por definirse en el Mineirão, uno de los estadios más intimidantes de Sudamérica.
Un título que hizo historia
En el partido de vuelta, el equipo argentino supo sobreponerse a las adversidades y mostró un juego sólido y aguerrido. Luego de un gol inicial de Henrique para Cruzeiro, Estudiantes empató con un tanto de Gastón Fernández y selló la victoria con un cabezazo de Mauro Boselli, que quedó grabado en la memoria de los hinchas. El resultado final fue un 2-1 que le dio al "Pincha" su cuarta Copa Libertadores, después de los títulos consecutivos logrados entre 1968 y 1970.
Este logro no solo significó el regreso de Estudiantes a la cima del fútbol continental después de 39 años, sino que también reafirmó el legado de la familia Verón en el club. Juan Sebastián, hijo de Juan Ramón Verón, una de las figuras clave de los títulos de finales de los años 60, tuvo un rol determinante como capitán y líder del equipo.
Un legado imborrable
El título de 2009 es, hasta la fecha, la última consagración internacional de Estudiantes en la Copa Libertadores. Sin embargo, su mística y su historia lo posicionan como un contendiente permanente en cualquier torneo que dispute. El recuerdo de aquella noche en el Mineirão sigue vivo en los corazones de los hinchas y sirve como fuente de inspiración para las nuevas generaciones.
Estudiantes de La Plata demostró que, con trabajo, pasión y compromiso, es posible alcanzar grandes logros. Hay una incógnita y a la vez esperanza en que el equipo pueda repetir la hazaña en un futuro cercano.