El jueves 6 de mayo no fue uno más para el mundo del fútbol. Es que Carlos Timoteo Griguol, exitoso entrenador que supo brillar en clubes como Gimnasia de La Plata y Ferrocarril Oeste, falleció a sus 86 años luego de batallar contra una difícil situación de salud. Diferentes personalidades del deporte expresaron su pesar y sus condolencias, pero hubo uno que conmovió a los televidentes por su desgarrador llanto: Carlos "El Cai" Aimar.
En el aire de ESPN y luego de que "El Pollo" Vignolo manifestase palabras emotivas en memoria de Timoteo, llegó el turno del "Cai". Y allí, rompiendo en llanto sobre el final de su relato, manifestó: "Me hiciste llorar, Seba. Qué bien todas las cosas que dijiste. Yo tuve la suerte de haber tenido a Timoteo Griguol. Él se llevó toda mi vida futbolística".
"A los 19 años, ya no podía ir a probarme a ningún lado, él me ve, me lleva a Central y salimos campeones. Yo dejo de jugar porque tenía un problema de artrosis de cadera y me lleva como ayudante de campo con él. Estuve prácticamente 18 años viviendo con él, vos no sabés lo que significaba Carlos Timoteo Griguol. Cada dos o tres meses te hacía reuniones y te preguntaba cómo te fue en el colegio, le mostrabas las notas. ¡Y no vayas a comprar un auto antes que ayudar a tu familia!", continuó diciendo Aimar.
Acto seguido, reveló una charla íntima que tuvo con la hija de Timoteo Griguol y la que generó su conmovedor llanto: "Es mi familia, mirá lo que me dijeron. Hoy, Karina, la hija, me dice: 'Cai, yo no sé si van a permitir que alguien venga al velatorio. Pero si permiten uno, ese sos vos. Fijate vos, lo que me dice. Perdón".
La trayectoria de Griguol en el fútbol
Carlos Timoteo Griguol, histórico jugador y director técnico del fútbol argentino, murió a los 86 años luego de contagiarse coronavirus. El exentrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata y Ferro, entre otros equipos, llevaba más de diez días internados por sus problemas pulmonares.
Dos veces campeón de la Primera División con "el Verdolaga" y Rosario Central y también ganador de una Copa Interamericana con River, Griguol se convirtió en un símbolo del fútbol argentino no solamente por su capacidad como DT y sus logros dentro de la cancha, sino por su calidad de maestro. Fueron sus propios dirigidos quienes siempre lo destacaron por sus enseñanzas para la vida en general y por los consejos para manejar una carrera futbolística con mesura.
Más allá de los resultados dentro de la cancha en sus diferentes etapas, fue un verdadero sabio y parte de una escuela que marcó un antes y un después en el deporte más popular a nivel nacional: fue un ejemplo de honestidad, caballerosidad deportiva, entereza para afrontar los momentos difíciles y sensibilidad para comprender los diferentes momentos que pasa un futbolista a lo largo de su carrera.