La Sala de Adjudicaciones de la Comisión de Ética de la FIFA decidió no sancionar al entrenador argentino Diego Guacci, quien fue acusado por acoso sexual y conducta abusiva por cinco jugadoras, cuyas identidades se resguardan por seguridad. El DT estuvo a cargo de los planteles femeninos de River, UAI Urquiza y las selecciones nacionales sub 17 y sub 15. “La evidencia es insuficiente”, sostuvo en las conclusiones dadas a conocer en un documento emitido en inglés por el organismo internacional. “La decisión (…) plantea interrogantes extremadamente serios sobre cómo el fútbol profesional mantiene a salvo a l@s futbolistas”, escribieron en un comunicado desde Fifpro, organismo que nuclea a jugadores de todo el mundo, con el objetivo de proteger sus derechos y que patrocina legalmente a las denunciantes.
Esta decisión, “no debería ser considerada como un reconocimiento de que los hechos reportados no ocurrieron”, aclara sobre el final el documento de 40 páginas. La Comisión investigó “el uso de lenguaje discriminatorio y denigrante por razones de género, orientación sexual y apariencia física” y por “conductas relacionadas con el acoso sexual, el abuso mental y actos hostiles y amenazas” en el periodo entre 2012 a 2015. Además, en su resolución asume que Guacci no actuó acorde a las normas del Código de Ética de la FIFA. En la actualidad, el DT está a cargo de las categorías sub 16 y sub 14 de Defensa y Justicia.
En el mismo documento se pueden leer los testimonios de las jugadoras -algunas de ellas menores de edad- en donde se puede leer que las hacía sentir “incómodas” y “temer por su seguridad”. Las denunciantes contaron cómo Guacci hacía apreciaciones a cómo se veían, así como también cómo las amenazaba con violarlas si jugaban no acorde a sus expectativas, entre otras conductas. Dos años después de sus declaraciones -la investigación inició en junio de 2020- la FIFA consideró que los relatos y las evidencias entregadas no alcanzaron para sancionar a Guacci.
“Cinco jugadoras (…) presentaron pruebas contundentes y creíbles contra el entrenador. Contaron cómo, a lo largo de varios años, fueron víctimas de impactantes y recurrentes malos tratos por parte del profesional que tenía el deber de salvaguardarlas como adolescentes y jóvenes”, determina Fifpro y señala la valentía de las jóvenes que rompieron con el silencio.
“La decisión (…) plantea dudas sobre cuánta evidencia se necesita para la acción disciplinaria y podría evitar que otras jugadoras se enfrenten a los perpetradores de acoso y abuso en el futuro”, advirtieron y, además, criticaron la "falta de diversidad de género" en la Comisión de Ética (los tres miembros firmantes del fallo son hombres).
También señalan que, dado que la Comisión “advirtió que el entrenador había violado las normas de protección y acoso sexual” que esperan “que el jefe de la investigación apele la decisión de la Sala de adjudicación”, dado que ni las denunciantes ni el patrocinador legal tienen la posibilidad de apelar.