El velocista surinamés Issamade Asinga demandó el miércoles a la empresa Gatorade, alegando que su reciente suspensión por dopaje se debió a la ingesta de "gomitas de recuperación" contaminadas que la marca fabricaba y suministraba.
La Unidad de Integridad en el Atletismo (AIU, por su sigla en inglés) impuso en mayo a Asinga, de 19 años, una suspensión de cuatro años por dopaje que le privó de sus dos medallas de oro en el Campeonato Sudamericano y de su récord mundial sub-20 de 100 metros.
En la demanda presentada ante un tribunal federal de Manhattan, Asinga afirma que Gatorade le proporcionó las gomitas hace un año con un envoltorio en el que se afirmaba que estaban "certificadas por la NSF para el deporte" y, por tanto, eran libres de sustancias prohibidas.
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Según la demanda, las gomitas carecían de la certificación y, en su lugar, "se habían fabricado mediante procesos de fabricación deficientes y estaban contaminadas con pequeñas cantidades de una droga ilegal para mejorar el rendimiento".
La NSF es una organización no gubernamental independiente con sede en Michigan que certifica cuándo los productos están libres de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje.
PepsiCo, propietaria de Gatorade, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Asinga también afirma que Gatorade proporcionó a AIU una botella sellada de un lote diferente de gomitas, "creando la falsa impresión de que las pruebas de este ejemplar eran relevantes para el caso de Issam".
El velocista no ha competido desde que se le impuso una suspensión provisional antes de los Campeonatos Mundiales del año pasado en Budapest y reclama daños económicos por la pérdida de ingresos, oportunidades de becas y ganancias futuras.
(Reportaje de Amy Tennery y Jonathan Stempel en Nueva York; Editado en español por Héctor Espinoza)