Las sensacionales actuaciones de Japón en el Mundial le han permitido superar a Alemania y España, pero en los octavos de final del lunes el elenco asiático enfrenta a una selección croata que podría no caer en su trampa.
Croacia no ha mostrado la calidad que la llevó a la final hace cuatro años, sobre todo en ataque, pero hizo lo necesario para avanzar y sólo dio muestras de pánico en el final de su último partido contra una desesperada Bélgica.
El capitán Luca Modric, que junto a Ivan Perisic y Dejan Lovren forma un núcleo de clase mundial del equipo, dice que no le temen a nadie y que sabrán como detener a Japón.
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El seleccionador de Japón, Hajime Moriyasu, podría tener que introducir novedades desde el punto de vista táctico para el choque en el estadio Al Janoub, tras haber adoptado un enfoque similar en sus tres primeros partidos.
Invitar a los rivales a jugar durante 45 minutos y luego cambiar a una formación más ofensiva e intentar marcar goles al contragolpe funcionó perfectamente contra España y Alemania, pero fue un fracaso en la derrota ante la humilde Costa Rica.
Croacia, en todo caso, tiene paciencia y se sentirá feliz de hacer rodar el balón por delante de la defensa japonesa en busca de puntos débiles sin, quizás, frustrarse como lo hicieron España y Alemania.
Probablemente también tengan la inteligencia necesaria para realizar ajustes cuando Moriyasu muestre por fin su mano con el cambio a una zaga de tres y la introducción de delanteros rápidos como Kaoru Mitoma y Ritsu Doan.
Moriyasu tendrá que hacer al menos un cambio en su defensa después de que Ko Itakura recibiera una segunda tarjeta amarilla contra España, y las nubes de las lesiones se ciernen sobre sus posibles sustitutos, Hiroki Sakai y Takehiro Tomiyasu.
Croacia, que mezcló dos empates a cero con una paliza 4-1 a Canadá en la fase de grupos, nunca ha perdido un partido de octavos de final cuando ha superado el grupo en sus cinco Mundiales.
Llegó a las semifinales en 1998 y perdieron ante Francia en la final de hace cuatro años en Rusia, un buen récord para un país que no regresó al fútbol internacional hasta principios de la década de 1990.
Japón, por el contrario, ha jugado tres partidos de octavos de final en sus seis torneos anteriores, pero los ha perdido todos.
Cargado de confianza tras sus victorias en la fase de grupos, Japón no escatimará esfuerzos en su intento de hacer un poco más de historia en Qatar.
Con información de Reuters