El encuentro entre River Plate y Alianza Lima sigue en duda por la situación inestable en Perú. Si bien el presidente Pedro Castillo levantó el toque de queda en todo el país, todavía no hay garantías para la realización del encuentro entre el conjunto por Copa Libertadores.
El plantel de River llegó a Perú durante la tarde debido a la legislación de Conmebol que sostiene que los clubes tienen que estar en el país en el que se va a jugar el partido por Copa Libertadores. En medio de la incertidumbre por lo que pasa en el país incaico, existen dudas sobre si el encuentro ante Alianza Lima se jugará o si, finalmente, será aplazado. Para que el encuentro entre el conjunto Millonario y el limeño se juegue, desde el gobierno peruano se debe tomar la decisión de ponerle fin al toque de queda de este último martes.
Mientras River viajaba al exterior, en Lima se desarrollaban múltiples protestas y el presidente Pedro Castillo estaba reunido en el Congreso tratando de conseguir una solución a la actual inestabilidad que se vive en el país. Durante toda la mañana, desde el club de Núñez se presionaba para que el plantel no viaje hacia Perú, de hecho durante el mediodía hubo algunos rumores que indicaban que, finalmente, la institución riverplatense no viajaría. Sin embargo, con el correr de las horas y ante la posibilidad de jugar el encuentro, finalmente el equipo Millonario tomó un charter hacia la capital peruana.
En medio de las dudas del plantel millonario, apareció una garantía del gobierno peruano hacia la Conmebol que sostenía que se podían jugar los dos partidos de Copa Libertadores que estaban programados para esta semana. Uno de ellos fue Sporting Cristal vs. Flamengo y el otro Alianza Lima vs. River. Incluso, el delegado de Alianza Lima, Héctor Ordoñez contó en diversos medios que por perdidos de la institución de Núñez se "redobló la seguridad" y hasta indicó: "Las garantías para jugar el partido están dadas y creemos que será con público".
Durante el correr del día todo cambió. La masivas protestas en el centro de la ciudad, los incidentes con la policía y el toque de queda que no se levantó modificaron varios planes. Incluso, la cercanía del estadio Municipal a la zona de los conflictos en la capital peruana también sumó otro problema. En las primeras horas de la tarde -casi al mismo momento que River viajó- el plantel de Flamengo tenía todo listo para disputar el encuentro. En este punto, además, la utilería del club de Rio de Janeiro viajó hasta las instalaciones, preparó todo el terreno y esperaba el arribo de los futbolistas. No obstante, más tarde salió un comunicado del gobierno (a través del instituto de peruano del deporte) en el que suspendía el encuentro, pero en el medio del estadio se seguía preparando todo para que se juegue el partido. Desde regar la cancha, hasta acomodar los vestuarios para recibir a los futbolistas.
En medio de esta situación, la Conmebol lanzó dos marchas. Suspendió el encuentro, pero en ese mismo momento levantaron el toque de queda y decidió la postergación -dos horas- del encuentro entre Flamengo y Sporting Cristal.
Tal cual pasó en diversas ocasiones, la Conmebol volvió a presionar para que se juegue el encuentro a pesar de la decisión del propio gobierno peruano. Ante esta situación, el encuentro de River frente a Alianza Lima volvió a estar stand by esperando una nueva resolución. No es la primera situación de este estilo que le toca pasar a River.