Copa América: el show debe continuar, ¿aún si los jugadores dicen "basta"?

Mientras Conmebol ratifica a Colombia como sede del certamen, el estallido social se mantiene en tierras cafeteras y el fútbol no es ajeno a la violencia. Los futbolistas tampoco y por eso, alzan la voz.

14 de mayo, 2021 | 20.01

"Muchas veces te sentís frustrado en ciertas situaciones porque tenés que agachar la cabeza y seguir para adelante", manifestó el delantero del Manchester United y figura histórica de la Selección de Uruguay, Edinson Cavani, hace tan solo unas pocas horas. Con el cansancio y una opinión a veces expresada con sutileza y otras veces de formas un poco más bruscas a causa de los maltratos constantes recibidos desde la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el centroatacante se animó a decir lo que, tal vez, muchos piensan sobre la Copa América 2021.

Si la pandemia de COVID-19, junto a los millones de infectados y fallecidos a causa de la situación epidemiológica global, no era argumento suficiente para repensar la idea de disputar la competencia continental; por lo menos debería serlo la crisis que atraviesa a Colombia desde hace casi un mes. Disputas políticas, grandes problemas económicos y fuertes estallidos sociales traen como principal consecuencia un territorio totalmente diezmado por la violencia y los ataques desde las fuerzas de seguridad contra los propios ciudadanos y ciudadanas de las distintas ciudades.

Por supuesto dichas situaciones que ya suman varios decesos, prisioneros y hasta denuncias de colombianos desaparecidos en democracia, no están aisladas de las diferentes actividades que se realizan en tierras cafeteras. Y mucho menos, del fútbol sudamericano que ya vivió momentos particulares en las últimas semanas y no está ajeno a lo que ocurre a sus alrededores. El caso más cercano a la Argentina fue el de River que debió trasladar su partido vs. Independiente Santa Fe a Paraguay ya que no estaban dadas las condiciones de seguridad para jugar: viajaron desde Buenos Aires hacia Bogotá y luego, al modificarse la sede, de Bogotá hacia Asunción.

Si bien la situación no cambió de una semana a la otra, los cruces entre los manifestantes y las fuerzas colombianas se duplicaron y los vuelos durante la pandemia son demasiado complejos, Conmebol decidió ignorar el detalle de que dicha violencia puede atentar contra la vida de las delegaciones y arriesgó sus vidas manteniendo las sedes para la Copa Libertadores. ¿Qué ocurrió? Lo esperado: los duelos de Junior de Barranquilla-River, Atlético Nacional-Nacional de Uruguay y América de Cali-Atlético Mineiro se vieron afectados por la compleja situación social. Bombas de estruendo y sirenas se escucharon de fondo durante los 90 minutos de cada encuentro; gases lacrimógenos se hicieron presentes en el campo de juego generando dificultades en la visión y problemas para continuar con la actividad.

 

En diálogo con "2 de Punta", medio deportivo de San José de Uruguay, Cavani fue uno de los pocos jugadores que decidió no ignorar esto y alzar la voz por si mismo y sus colegas. "No tenemos ni voz ni voto, son cosas que deciden y determinan un grupo de personas, ¿qué somos nosotros?", se quejó y disparó directamente contra la Conmebol: "Las situaciones no están tranquilas para decir: 'Esto se va a hacer' y se hace. Se podría ver de otra manera y por ahí resolver con otra postura. No con esa postura de: 'Nosotros mandamos, hacemos y decimos, decidimos y se hace. Hay que tener otras posturas en esta situación, es particular, hay que manejar ciertos tiempos". Y sentenció: "Tenemos que callarnos la boca pero si hay que aplazar algo no se puede porque la televisión, porque esto y lo otro. No se piensa en la salud de la gente, de los futbolistas, en la cantidad de partidos que se amontonan y que se hacen malabares para organizar un fixture".

Pero no fue el único en hablar sobre el tema. Desde la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (ACOLFUTPRO) lanzaron un fuerte comunicado tras la reunión entre capitanes de los diferentes equipos y anunciaron su posición frente a la situación. "Como ciudadanos, antes que futbolistas, queremos manifestar nuestro total apoyo al clamor expresado por el pueblo colombiano en su protesta y nos unimos a esas voces que piden un país más justo", manifiestan. Asimismo respaldan las peticiones de la gente, solicitan que el gobierno cumpla los pedidos y garanticen un diálogo mientras que, a su vez, alzan un pedido a la Federación Colombiana de Fútbol y los clubes para que no se programen más partidos de las competencias locales.

¿Qué dijo Cavani?

El comunicado de los futbolistas colombianos:

Desde la confederación y el gobierno colombiano niegan todo lo que ocurre fuera de los estadios, pero las imágenes, sin lugar a dudas, son más que elocuentes. No se puede tapar con la mano semejante estallido; tampoco con música, al poner un poco de reggaetón durante la entrada en calor de los futbolistas previo a los encuentros. Mientras los jugadores cafeteros piden suspender el fútbol para realzar los pedidos del pueblo, Conmebol vuelve a mirar hacia un costado y hace rodar una pelota ya manchada. Pero, ¿qué pasa si los profesionales dicen "basta"? La locura del negocio debe parar y el show, muchas veces, no está obligado a continuar.

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