Después de la incertidumbre, finalmente el estadio "Maracaná" recibirá hasta 4.000 personas para la final de la Copa América en Brasil. La mitad de ellos argentinos residentes en Brasil, cuando el próximo sábado se enfrenten Argentina y Brasil por la final del torneo. Aunque no habrá venta de entradas.
El cónsul general argentino en Río de Janeiro, Claudio Gutiérrez, le habían encomendado la tarea de cursar esas invitaciones para los 2.000 argentinos que serían privilegiados de poder estar en el encuentro decisivo, acompañando su ingreso con un testeo PCR (hisopado) negativo. El público que esté en el estadio será al margen de aquellos involucrados en la organización, cuya habilitación llegó a través de un pedido de Conmebol que aceptó el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, porque la Copa América "no incidió en la pandemia".
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El pedido de Conmebol, hace cinco días, fue para el público en general e incluía la posibilidad de ocupar un 50 por ciento del aforo total de 78.000 espectadores con el que cuenta el estadio "Maracaná". No obstante, la intendencia de Río de Janeiro dijo que rechazó el ingreso de público en general, pero aclaró que la Secretaría de Salud "estudia" dar entradas de cortesía y con un diez por ciento máximo de ocupación del estadio "Maracaná".
"Fue solicitada la posibilidad de permitir un público estricto en el estadio con personas registradas y testadas para Covid-19, garantizando el distanciamiento entre los lugares y con menos del 10% de la capacidad del Maracaná. Se está analizando la solicitud", explicó el comunicado. Ésta solicitud fue similar a la que realizó y logró la Conmebol en enero pasado, cuando en el mismo escenario para la final de la Copa Libertadores entre Santos y Palmeiras, que finalmente tuvo un 10 por ciento del aforo.