Max Verstappen respondió el domingo a las críticas sobre su conducción con una contundente victoria en Brasil que se ubicó entre las mejores de su carrera en la Fórmula Uno.
El triple campeón del mundo de Red Bull vivió una montaña rusa de emociones en el circuito Interlagos de Sao Paulo, furioso tras clasificarse decimoséptimo y luego eufórico cuando todo encajó.
Verstappen superó a seis coches en la primera vuelta, estaba décimo después de la segunda vuelta y luego se abrió camino a través del resto del pelotón para tomar la delantera y desaparecer en la distancia.
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En una carrera húmeda y caótica marcada por accidentes, periodos de coche de seguridad y una larga parada justo antes de la mitad de la distancia, ganó por más de 19 segundos para poner fin a una racha de 10 carreras sin ganar.
"Mis emociones hoy han ido desde casi intentar destrozar el garaje hasta ganar la carrera. Estaba muy motivado para hacer una buena carrera, dejar que se desarrollara y ver qué pasaba, porque en una carrera en mojado siempre pueden pasar cosas locas", dijo el piloto de 27 años.
Verstappen pasó de esperar que su ventaja de 44 puntos se redujera aún más por su rival de McLaren, Lando Norris, que partía desde la pole, a verla ampliarse a más de 60 puntos con un cuarto título ahora en sus manos.
Eso podría lograrlo en la próxima carrera en Las Vegas el 23 de noviembre.
En el Gran Premio de Brasil de 2016, Verstappen terminó tercero después de ser decimosexto a 16 vueltas del final, pero dijo que la carrera del domingo fue mucho más significativa.
"En aquel entonces no tenía nada que perder, no estaba en la pelea por el campeonato y venía de atrás tras el error estratégico que cometimos. Ahora había mucho más en juego, tuve que estar más controlado y más atento al campeonato, así que para mí, sin duda, éste es el mejor", explicó.
El jefe del equipo, Christian Horner, no escatimó en elogios para el piloto neerlandés.
"Creo que como equipo acertamos en todo y el coche tuvo un gran ritmo. fue una actuación espectacular, venir desde el puesto 17 parecía que todo se había puesto en nuestra contra, pero él le dio la vuelta a la situación, una de sus mejores actuaciones", apuntó.
Damon Hill, el británico retirado campeón del mundo de 1996 que había acusado a Verstappen de usar su coche como arma contra Norris después de recientes enfrentamientos entre ambos, no tuvo quejas esta vez.
"De alguna manera proyectamos al principio que este sería el día en que podría mostrarles a todos su brillantez y definitivamente lo ha hecho hoy", dijo a Sky Sports.
"Nunca he dicho que no sea un gran piloto. Hay que reconocerle el mérito a quien lo merece, lo hizo de forma absolutamente limpia, se abrió paso entre los demás y demostró a todo el mundo por qué es un piloto tan brillante y por qué va a ser cuatro veces campeón del mundo", apuntó.
Con información de Reuters
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