Horacio Accavallo, un soñador que fue campeón mundial y se convirtió en leyenda

Horacio Accavallo, el segundo campeón mundial argentino, falleció este miércoles 14 de septiembre. La vida de una leyenda del deporte de los puños tanto arriba como abajo del ring.

14 de septiembre, 2022 | 13.28

Horacio Accavallo falleció este miércoles 14 de septiembre y es una durísima pérdida para el boxeo nacional. "Roquiño", como también se lo conocía, hizo historia en el deporte de los puños por consagrarse campeón del mundo y ser el segundo argentino en lograrlo detrás de Pascual Pérez. Con los años se convirtió en una leyenda y murió a los 87 años tras varios años de lucha contra el Alzheimer. Sí, casualmente el Día del Boxeador Argentino, el cual se conmemora por la épica pelea de Luis Ángel Firpo ante Jack Dempsey en Estados Unidos de la cual el país entero estuvo pendiente.

Accavallo nació un 14 de octubre de 1934 en Villa Diamante, en el sur de la provincia de Buenos Aires, y creció en el seno de una familia muy humilde que trabajaba a sol y sombra para sobrevivir. Fue hijo de inmigrantes y junto a sus cuatro hermanos juntaba cartones y botellas. También siendo trapecista y lustrabotas trataba de generar sus propios ingresos para, de a poco, encaminarse a una vida cargada de éxitos. De todo aprendió y a los 14 años, mientras trabajaba en un circo, se dio cuenta que su futuro estaba arriba de un cuadrilátero. El camino a la consagración fue difícil, pero el corazón del campeón latía por un objetivo que años después conseguiría del otro lado del mundo.

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Como boxeador sumó un total de 83 peleas, de las cuales ganó 75 (34 por KO), perdió dos y empató seis. "Roquiño" peleó en distintos lugares a lo largo de su carrera, como muchos en su época brilló en el mítico Estadio Luna Park y dejó su huella. Dos años antes de su consagración a nivel mundial, Pascual Pérez llegaba a lo más alto del boxeo en Tokio y marcaba el camino para las generaciones venideras. Era tiempo de Accavallo para mostrarle al mundo de qué estaba hecho. Fue su momento de dejar atrás lo vivido para colgarse un cinturón de campeón tal como lo soñó.

Antes de ello, Horacio Accavallo peleó varias veces en nuestro país desde su debut en 1956, fue campeón argentino y sudamericano, combatió en Italia, sumó victorias, igualdades y derrotas claves para encaminarse a la chance mundialista. Tras varios escollos superados, el 1 de marzo de 1966 se subió al ring del Nippon Budokan de Japón con su bata de Racing Club de Avellaneda, peleó ante el local Katsuyoshi Takayama y lo venció tras 15 apasionantes rounds en decisión dividida de los jueces. De esta manera, se adjudicó los títulos mundiales AMB y CMB (Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de la categoría mosca.

Su corona de la Asociación Mundial de Boxeo la defendió en tres ocasiones y la última fue en el combate con el que cerró su carrera. En el emblemático Luna le ganó en las tarjetas al nipón Hiroyuki Ebihara un 11 de agosto de 1967 poniéndole punto final a un recorrido inolvidable en el que no esquivó a nadie y peleó contra el que tuvo enfrente. En 1980 fue considerado como uno de los mejores 5 boxeadores argentinos de la historia, pero escribió muchas más páginas en su vida lejos del ring.

Una frase que quedará para la historia

Seguramente muchos escucharon la canción "Piñas van, piñas vienen", pero pocos prestaron atención a la frase con la que comienza el tema compuesto por la banda "2 minutos". "No me bajes los brazos, pendejo", esboza Horacio Accavallo en el inicio y luego continúa letra en la que también se lo nombra. Este fue uno de los tantos reconocimientos que le hicieron en vida al hombre que dio todo por el boxeo mientras luchaba para sobrevivir.

El gimnasio de boxeo de Racing Club, con su nombre

Muchos exboxeadores del país recibieron homenajes por su recorrido en el deporte. "Roquiño" tuvo uno muy especial en uno de los clubes más grandes. Fue el propio Racing Club, por una iniciativa de Juan Brignone (fundador de la actividad), quien le puso "Academia de Boxeo Horacio Accavallo" al gimnasio. Su imagen con la bata del elenco de Avellaneda también es parte de la historia importante de la institución. Hoy es la cuna de varios púgiles que dan sus primeros pasos tanto a nivel recreativo como competitivo.

La velada de boxeo en homenaje a Horacio Accavallo

El próximo sábado 17 de septiembre en el gimnasio La Fábrica de Box (Balcarce 2855), de Valentín Alsina, se desarrollará un evento boxístico que contendrá varias peleas amateur y profesionales. La misma tendrá lugar desde las 18:30habrá una exposición de objetos históricos del recordado "Roquiño" y se entregarán placas a los púgiles que participen. "Una pelea que no vas a olvidar. #NoColguemosLosGuantesContraElAlzheimer", reza el slogan de la velada organizada por El Campeón (promovido por su hijo Horacio Accavallo Jr.) y la fundación GAMA, que tendrá transmisión del medio boxístico Cerca del Ring.

Accavallo dejó su huella en la actuación

Por si su camino en el boxeo fue corto, Horacio Accavallo también se destacó en la actuación. En 1968, un año después de colgar los guantes, "Roquiño" formó parte del elenco de la película Destino para dos. Fue su única aparición en la pantalla grande, pero tal como hizo arriba del cuadrilátero no desaprovechó la oportunidad.